Los representantes del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) en Brasil le “bajaron los humos” a las infladas cifras de cosecha estimada de soja 2024/25 en el país sudamericano.
Los técnicos del USDA en Brasilia estiman que la cosecha de soja brasileña en 2023/24 fue de 152 millones de toneladas versus una cifra de 153 millones prevista en el último informe mensual oficial del organismo estadounidense.
Además, la oficina del USDA en Brasil proyecta una cosecha de soja brasileña 2024/25 que, en el mejor de los casos, terminaría en 161 millones de toneladas y no en las 169 millones previstas en el último documento oficial.
Si bien las exportaciones brasileñas de poroto se recuperarían de manera notable en la próxima campaña para alcanzar un estimado de 102 millones de toneladas, esos números son mucho menos optimistas que las 109 millones proyectados inicialmente.
En cuanto al ritmo de expansión del área de soja en Brasil, se prevé que el crecimiento continúe en la región noreste, que incluye los estados de Maranhão, Tocantins, Piauí y Bahía.
El Instituto de Economía Aplicada de Mato Grosso (IMEA) pronostica que la superficie en 2024/25 sería de 12,6 millones de hectáreas, un aumento de solo el 1,5% con respecto a 2023/24, lo que muestra ciertas limitaciones económicas y regulatorias para que la soja sigue creciendo en el principal estado productor de Brasil.
Por otra parte, en lo que va de la temporada comercial 2023/24 alrededor de las tres cuartas partes de los envíos de poroto de soja de Brasil se destinaron a China.
“China ha sido durante mucho tiempo el principal comprador de soja brasileña, lo que consolidó aún más su estatus a raíz de las tensiones comerciales entre EE.UU. y China que estallaron en 2018”, señala el informe del USDA.
“Antes de tales conflictos, las fábricas chinas a menudo se abastecían de soja de Brasil porque sus enormes suministros eran la única alternativa viable a la oferta de EE.UU. En 2024/25 se espera que China siga siendo el principal importador de soja brasileña”, añadió.
El informe mensual del USDA ratificó la irrupción de una súper cosecha gruesa estadounidense