La principal adversidad agronómica de la campaña de verano pasada fue sin dudas la chicharrita, este bichito que sirve de vector de un complejo de enfermedades llamado Spiroplasma, que genera achaparramiento del maíz.
Como consecuencia de las pérdidas ocasionadas por esta problemática en la campaña pasada, actualmente con las intenciones de siembra en la mano, se descubre un fuerte incremento de área que sería destinado a soja, en detrimento del maíz, por miedo a esta plaga y sus efectos.
Para evaluar el desarrollo de las poblaciones de chicharrita, el vector de esta enfermedad, se conformó una muy seria conjunción de entidades, que monitorean la actividad que el bichito va teniendo, con el objetivo de poder tomar decisiones agronómicas.
En consecuencia, se desarrolló una Red Nacional de Monitoreo con trampas cromáticas adhesivas. Esta iniciativa es impulsada por instituciones claves del sector agropecuario argentino, mencionándose a la Asociación Argentina de Protección Profesional de Cultivos Extensivos (AAPPCE), Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID), Cámara de sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE), Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA), Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC), Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Asociación Maíz y Sorgo Argentino (MAIZAR), y el Servicio Nacional de sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA).
Los objetivos perseguidos con la Red Nacional de monitoreo son el de Informar sobre la captura con trampas cromáticas adhesivas de los adultos de Dalbulus maidis en diferentes regiones productoras del cultivo de maíz en Argentina e Informar sobre el porcentaje de la infección estacional de los adultos de D. maidis a Corn Stunt Spiroplasma (CSS), que estará a cargo del Centro de Bioinvestigaciones de la UNNOBA – CICBA (CONICET).
Luego de cuatro entregas, la red emitió recientemente el quinto informe en el que se relevaron 443 localidades de Argentina, distribuidas en las regiones del NOA (82 localidades), NEA (88 localidades), Litoral (33 localidades), Centro Norte (78 localidades) y Centro Sur (162 localidades) y 18 en Uruguay.
Según lo que relevaron los especialistas entre el 18 de septiembre y el 4 de octubre de 2024, “se registró una disminución de los valores de captura de adultos de Dalbulus maidis con trampas cromáticas adhesivas en la mayoría de las localidades relevadas, con una magnitud mayor en la región del NOA”.
Para completar el panorama, los agrónomos expresaron: “Durante este periodo continuaron registrándose oscilaciones térmicas, con intervalos de altas y bajas temperaturas. Además, en muchas regiones, se presentaron condiciones de sequía y baja humedad relativa, lo que compromete la supervivencia de los adultos de D. maidis aspecto evidenciado en los últimos 2 informes. Se observa que los adultos invernales de D. maidis se encuentran en la fase final de su ciclo de vida, una característica intrínseca a la longevidad de la especie, que es de aproximadamente 90 días. Esto sugiere que las poblaciones podrían seguir disminuyendo, especialmente si la plaga no logra encontrar acceso a maíz, su fuente de alimentación y reproducción, dado su carácter monófago”.
Al respecto, los especialistas en chicharrita recomiendan estar alerta a esta plaga: “En aquellas zonas donde se ha implantado maíz, es crucial intensificar el monitoreo. Además del uso de trampas cromáticas adhesivas, se debe realizar una inspección directa sobre el cultivo, ya que los adultos remanentes de D. maidis que lograron sobrevivir buscarán al maíz como fuente de alimento y multiplicación. Enfatizamos que las trampas cromáticas adhesivas y las inspecciones directas sobre el cultivo son herramientas complementarias, permitiendo a partir de su combinación una detección más eficaz de los adultos remanentes de D. maidis”.
A su vez, los especialistas recordaron que las precipitaciones registradas en este último periodo podrían favorecer la aparición de “maíces voluntarios”, que actuarían inicialmente como fuente de alimento para las chicharritas que sobrevivieron al invierno, incrementando el riesgo de presencia de “instares inmaduros (ninfas) en las próximas semanas si no se realiza un control adecuado”.
Por ello, recomiendan incrementar los monitoreos y llevar a cabo la eliminación y/o control de los maíces voluntarios y del vector en caso de ser necesario.
“El aumento de las temperaturas durante este último período, trajo consigo la aparición de un complejo de chicharritas que incluye diversas especies de cicadélidos, lo que significa que no todas las chicharritas corresponden a D. maidis. Esta diversidad puede complicar la estimación de las cantidades de D. maidis, por lo que es fundamental realizar una identificación taxonómica precisa del vector para evitar sobreestimaciones”, aseguraron.
Accedé al informe completo:
5° informe Red Nacional de Monitoreo D. maidis