Para poder desarrollar sus estudios y llegar a convertirse en veterinario, Leonel Villalba trabajó durante varios años como peón rural en un campo de Río Cuarto, provincia de Córdoba. Enamorado de la ganadería desde siempre, ese oficio le permitió acercarse a la actividad de forma práctica y conocer un abanico de posibilidades que la currícula universitaria pasaba por alto, como el manejo holístico y la ganadería regenerativa.
“Esos temas no se tocaban en la universidad. A la ganadería regenerativa la conocí como lo hizo la mayoría: por redes, por youtube, por investigaciones propias. Comencé trabajando en algunos campos en donde la aplicaban y en la actualidad estoy en el establecimiento La Negrita, en Río Cuarto, que es una cabaña de Angus en la que estamos llevando a cabo manejo holístico con este tipo de manejo ganadero”, dijo Villalba en una conversación con Bichos de Campo.
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Aunque la cabaña realizaba un manejo tradicional desde hacía años, sin un esquema de pasturas anuales ni planificaciones de pastoreos, sus dueños no dudaron en incursionar en nuevas prácticas luego de que el joven cordobés realizara su especialización en manejo holístico.
“Cuando hice esos estudios, me di cuenta que era una metodología de trabajo que se podía aplicar en cualquier establecimiento y región. Ahí les propuse hacerlo en el campo para potenciarlo, y me dieron mucha libertad para hacerlo e ir probando en busca de resultados. Es muy recomendable el manejo holístico en cualquier sistema ganadero”, sostuvo Villalba, que hoy se desempeña también como asesor de Ovis 21 en Córdoba.
Esa experiencia lo llevó incluso a pensar en sumar algo de este contenido a la currícula universitaria.
“Hoy en día estamos en contacto con la cátedra de Producción Bovina de Carne de la Universidad Nacional de Río Cuarto, con la cual vamos a armar un convenio para empezar a capacitar sobre el tema. Vamos a tomar tesistas para que tomen datos y números, y volcarlo a la currícula de grado. Es un proyecto que estamos comenzando, pero que creo que va a ser muy fructífero para ambas empresas”, celebró el joven.
-¿Cuál es el mayor miedo que notás que tienen los productores a los que asesorás?- le preguntamos.
-Lo más complicado es el cambio a lo nuevo. Es dejar de hacer una ganadería que se hace desde hace cientos de años, desde la época de sus abuelos, y modificarla. Es sentarnos un día y decidir seis meses antes a dónde tienen que comer los animales, modificar los descansos, achicar los potreros… Es todo un cambio. Y como todo cambio siempre es un poco chocante al principio, hasta que lo empiezan a llevar a cabo y se dan cuenta de que es todo más fácil.
-A eso le tenés que sumar lo positivo de tener una batería de datos que se va generando, que hoy incluso puede llegar a las universidades.
-Claro. No solamente es el boca en boca y el contagio entre productores, sino que mientras más campos se nos suman, vamos recopilando datos desde lo productivo, lo económico, y también desde lo ambiental, porque nosotros hacemos monitoreos ambientales año a año y medimos la regeneración. Entonces también tenemos resultados ecológicos que se pueden mostrar en las universidades para poder enseñarlo y difundir este tipo de ganadería.
-¿Y por qué sentís que este es el camino? ¿Por qué sentís que este es el futuro de la producción ganadera?
-Creo que desde lo económico, el negocio ganadero está muy complicado. Estamos en un esquema de tecnología de insumos a nivel nacional y tenemos que pasar a usar tecnología de procesos. Vamos a aumentar la productividad bajando costos. La cuestión económica está difícil para el productor ganadero si no hace este cambio. Por otro lado, está la gran importancia que tiene en el impacto ambiental. El calentamiento global es un hecho. Hay quienes creen y quienes no, pero se está notando y es por el aumento de la emisión gases de efecto invernadero. Con la ganadería regenerativa pasamos de ser un emisor de carbono a ser un sumidero de carbono, y podemos secuestrar ese dióxido de carbono que está en el ambiente. Por lo tanto, somos parte de su mitigación.
-Esto que se dice de que la ganadería puede ser parte de la solución.
-Tal cual, así es.
-¿Qué te gustaría que suceda de acá a unos años?
-Que se contagie esto, que haya más productores haciendo ganadería regenerativa, desde lo productivo, como también pensar un poco en el futuro de nuestros hijos y nietos para mitigar el cambio climático, porque el mundo no va bien como está yendo hasta ahora. La idea es contagiarlo de campo en campo y que también en las ciudades se enteren, para que puedan pagar un plus por carnes que vienen de este origen.
Gracias a Dios por estos muchachos.