La fuertísima caída en las ventas de maquinaria agrícola que comenzó a fines del año pasado, no solo no encuentra piso, sino que ya se traduce en caída de la producción.
En Argentina hay dos grandes grupos de fabricantes de maquinaria para el campo: Uno está integrado por las fábricas locales, de capitales nacionales y familiares, que en su mayoría componen el polo metalúrgico del centro-sur de Santa Fe, y se dedican a elaborar productos de arrastre, o sin motor; El otro está compuesto por las grandes compañías multinacionales que fabrican en Argentina maquinaria autopropulsada, como tractores, cosechadoras, o pulverizadoras.
Este segundo grupo, conformado por 8 firmas fabricantes llamado AFAT, anunció recientemente que en el primer semestre del año la crisis se sintió fuerte, y registraron una fuerte caída del orden del 50% en la producción de sus plantas respecto del año pasado, producto de la caída de ventas.
“El acumulado de los primeros 6 meses del año arrojó una caída del 20% en los patentamientos de cosechadoras respecto de 2023, y del 30% en el de tractores. Con estos valores creemos que es poco probable que se pueda recuperar la totalidad del mercado en lo que resta del año; por lo tanto, estimamos que vamos a estar, en promedio, entre un 25% y un 30% por debajo de lo que fue el año anterior”, aseguró Sergio Fernández, presidente de la Asociación y directivo de John Deere.
Es que el mercado de la maquinaria agrícola está atravesando un proceso de caída con leves repuntes estacionales, desde fines del año pasado. Esas efímeras subas -o recuperaciones- en las ventas se deben a las ferias como Expoagro o Agroactiva, donde los productores o contratistas aprovechan los subsidios en las tasas para la compra de estas herramientas, que las entidades bancarias ofrecen durante esos cuatro días.
A su vez, los fabricantes contextualizaron la gravedad que representan estas cifras: “Debemos recordar que si comparamos las ventas con las de un año promedio histórico en el mercado de maquinaria (1.000 a 1.200 cosechadoras, 7.000 a 8.000 tractores, y 800 a 900 pulverizadoras), estamos más por debajo aún”, dijeron en un comunicado.
“Entre las consecuencias de esta preocupante situación se encuentran la reprogramación de procesos productivos, la reducción de horas de trabajo, la suspensión de personal y/o no renovación de contratos temporales, como así también desvinculaciones”, alertó Fernández, que por estas horas atraviesa en su propia planta de Granadero Baigorria, en solitario, un proceso de cese de actividades del Sindicato de Operarios y Empleados de la Industria del Tractor (SOEIT).
Aun así, Fernández resumió: “Argentina tiene un potencial productivo enorme, suficiente para alimentar a 400 millones de personas, productores y contratistas que están entre los más innovadores de la región, técnicos y profesionales capacitados, pero no contamos con las condiciones necesarias para continuar el camino del crecimiento y desarrollo productivo. Desde AFAT resaltamos siempre la necesidad de contar con un marco de previsibilidad político-económica, financiamiento acorde al volumen del sector, y con tasas competitivas, y también la revisión de la carga fiscal, hoy agobiante. De nuestra parte renovamos día a día el compromiso de continuar trabajando para el crecimiento del país”.
El registro de ventas que manejan desde AFAT encuentra sustento en los datos aportados en las últimas horas por el INDEC, que en su Informe de la industria de maquinaria agrícola retrató una caída de 27,3% en tractores y 21,8 en cosechadoras contra el año pasado, en contraste con una suba en la categoría sembradoras, de 16,4%, que son las que generalmente se fabrican en Argentina.
En dicho informe semestral del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, se informó que la venta de máquinas agrícolas durante el segundo trimestre de 2024 alcanza una facturación de 444.334,3 millones de pesos, lo que representa un aumento de 251,0% en relación con el mismo trimestre de 2023.
“En el segundo trimestre de 2024, el total de unidades vendidas nacionales e importadas de sembradoras registran una suba interanual de 16,4%, mientras que el resto de los segmentos registran caídas interanuales. Los tractores exhiben la mayor disminución respecto a igual trimestre del año anterior, con 27,3%; le siguen los implementos, con 22,1%; y las cosechadoras, con 21,8%”, señaló el INDEC.
A su vez, las ventas en unidades de producción nacional de tractores registran una disminución de 29,5% en el segundo trimestre de 2024 respecto a igual trimestre del año anterior; y los implementos presentan una caída interanual de 22,5%. “Con respecto a la participación de las unidades de origen nacional en el total de ventas en unidades, en el segundo trimestre de 2024, los implementos de producción nacional presentan una participación de 95,7% y los tractores, de 92,8% en el total de unidades vendidas de sus respectivos segmentos”, según detalló el organismo.
Cuando los valores de los tractores, cosechadoras y maquinas viales tengan el valor en dólares qué en otros países del mundo, recién ahí pueden pensar en una mejora en las ventas, un tractor en Argentina qué es mentira que se produce acá son todos componentes importados, vale tres o cuatro veces su valor de lo que vale en EEUU, Europa, Asia etc. Se tiene que terminar con estos seudo fabricantes qué se hacen millonarios vendiendo unas docenas de tractores o máquinas Viale , eso va a permitir que los pequeños y medianos productores se puedan equipar adecuadamente. Ni hablar de los valores de un tractor usado.
Ustedes bicho de campo siempre.militaron.para estos sinvergüenzas de este gobierno. No se hagan ahora.
Esto es un desastre. Sembramos con dólar blue y cosechamos por la mitad del dólar oficial. Defendido ese robo por ustedes los medios chupa medias.