La suba del mínimo no imponible de los aportes patronales para muchas actividades productivas extrapampeanas, una medida anunciada el jueves por el presidente Mauricio Macri, fue bien recibida por varias entidades, que valoraron el gesto oficial. Pero el impacto de los anuncios fue digerido durante el fin de semana y varios sectores empresarios salieron a aclarar que con eso solo no alcanza para enderezar el rumbo de las economías regionales.
En las últimas horas, por ejemplo, cuatro entidades del sector frutícola emitió un comunicado con el que “celebraron” el anuncio presidencial, pero a la vez reclamaron “más medidas urgentes para evitar la profundización de una crisis terminal”. Lo firman CAFI (peras y manzanas), Federcitrus (limones, naranjas y mandarinas), ABC (arándanos) Y CAPCI (cerezas).
Las entidades que representan más del 90 % de la exportación argentina de frutas frescas dijeron que “tomamos el compromiso del presidente de generar una Agenda Productiva, en la que esperamos se incluyan y resuelvan en el corto plazo temas críticos como la adecuación de los Derechos de Exportación (pasar de $4 a $3 por dólar como tributo máximo), la extensión del plazo para el pago de dichos derechos para todos los exportadores (solicitamos un mínimo de 120 días), incrementar a sus valores originales los reintegros y una gradual reducción de la presión fiscal”, apuntaron como hoja de ruta.
Angel Leotta, presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), tuvo palabras en el mismo sentido: “La reducción de las cargas laborales ayuda pero no es todo lo esperado por el sector vitivinícola. Requerimos de otras medidas del gobierno nacional como la quita de retenciones y el aumento de reintegros para salir a exportar y sacar a la industria del estado recesivo actual”, manifestó. Leotta mencionó la problemática del sobrestock vínico de unos 300 millones de litros que complica el inicio de la cosecha, en un contexto de retracción del consumo interno.
“Reconocemos la señal positiva que significa este anuncio que llevó a cabo el presidente junto con el Ministro de Producción y Trabajo. El hecho de que nuestras economías regionales tengan este mínimo no imponible, implica un gran avance dentro de todas las demandas del sector.”, destacó el presidente de COPAL, Daniel Funes de Rioja, que también pidió profundizar este proceso.
Así, el impacto político de los anuncios de Macri se licuó muy rápidamente.
Un informe de la Fundación Mediterránea explicó que la suba a 17.500 pesos del mínimo no imponible a partir del cual los empresarios de economías regionales no deben tributar aportes patronales se limita a 232.500 empleados correspondientes a 23.700 establecimientos productivos en todo el territorio nacional.
“Se considera que este sería el impacto inmediato, sobre puestos de trabajo formales existentes”, afirma el informe, que de todos modos concede que “podrían existir más beneficiarios en la medida que el nuevo programa consiga mayor formalización de actividades económicas que actualmente se estén realizando sin el adecuado cumplimiento de cargas impositivas”.
El total de establecimientos alcanzados representa el 4,4% del total de empresas dadoras de empleo formal, pero los empleos alcanzados representan el 2,7% de los empleos registrados privados, incluyendo empleo en casas de familia y autónomos; y apenas 2% del total de empleos registrados en sector público y privado.
Además existirá una fuerte disparidad en los alcances de la medida, ya que Mendoza sería la provincia más beneficiada, con el 21% de los empleados para los cuales se aplicaría este beneficio.
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