El mismo gobierno que pretende imponer la identificación electrónica obligatoria de todo el stock de bovinos, arrancando con los 15 millones de terneros que nazcan en 2025, no pudo todavía implementar el sistema para una cantidad mucho menor de equinos que son destinados para la faena y la exportación de su carne a la Unión Europea. Por eso, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) tuvo que aplazar esa obligación un año, hasta el 1° de julio de 2025.
En la Resolución 717/2024, que apareció publicada este martes en el Boletín Oficial, el organismo sanitario decidió postergar por un año la obligatoriedad de que “antes de ser remitidos a faena para exportación a la UE, los équidos deben contar con una permanencia mínima de 180 días, los que serán controlados mediante el Sistema Integrado de Gestión de Sanidad Animal (SIGSA)”.
En los hechos, entonces, se aplazó durante un año la puesta a punto de un sistema diseñado por el organismo sanitario, en conjunto con los frigoríficos exportadores de carne equina nucleados en la cámara UNICA, para dar certeza a los compradores europeos sobre el origen de ese alimento, que en noviembre de 2023, luego de una auditoría, objetaron seriamente el sistema diseñado por la Argentina, poniendo en peligro un negocio que moviliza unos 50 millones de dólares al año.
La obligación de que todos los caballos destinados a un frigorífico exportador sean chipeados individualmente unos 180 días antes de ingresar al matadero fue establecida por otra resolución del Senasa fechada el 17 de agosto de 2022. El operativo para colocar ese dispositivo electrónico a los équidos (que hasta ahí era recolectados de los campos por acopiadores) quedó a cargo de el propio sector privado interesado en mantener ese negocio. Los tres frigoríficos habilitados pertenecen a la cámara UNICA. El mandamás del negocio es el empresario Ernesto “Tito” Lowenstein.
Esa resolución disponía que “a partir del 1 de julio de 2024 solo se permitirá el movimiento a faena con destino a la UE de équidos que hayan sido identificados individualmente a través de microchip al menos 180 días antes de este movimiento”, pero esa fecha llegó y el Senasa advirtió que “el plazo previsto para el cumplimiento del mencionado requisito sería insuficiente, debido a las dificultades derivadas en el avance de la identificación individual con microchips de los équidos”. Por eso ahora pateó la fecha para dentro de un año.
“Los distintos actores de la cadena productiva, tanto de la producción como la industria, han solicitado la prórroga referida”, afirmó el Senasa, que además apuntó que el mercado europeo no corre peligro con esta decisión porque “se ha puesto en conocimiento a la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria (DG SANTE) de la Comisión Europea de los avances producidos, tanto de las acciones correctivas puestas en vigencia por parte de este Organismo, como de la implementación de la identificación electrónica de equinos con microchips cuya información es ingresada a una plataforma informática”.
El Senasa, que tercerizó este sistema de trazabilidad individual a los propios frigoríficos y la cámara empresaria que los agrupa, tuvo que reconocer que “la plena implementación de la identificación mediante microchip en todo el rodeo de équidos implica un desafío logístico y operativo significativo para los productores, transportistas y establecimientos de faena, lo que requiere un tiempo de adaptación adecuado para asegurar el cumplimiento total de la normativa”.
La pregunta que queda inevitablemente flotando es qué sucederá entonces con el chipeado obligatorio de los bovinos, que son muchos más que los equinos destinados a faena y que el propio gobierno haanunciado sería obligatoria a partir del 1 de enero de 2025.
En 2022 la Argentina faenó apenas 97.800 cabezas de ganado equino para la exportación. “Durante el año 2023, en valores acumulados al mes de diciembre se declaró una faena de 88.115 reses con una producción de 19.545 toneladas de Res de Carne con Hueso, lo que representa una reducción de 12.8% en la faena (10.304 cabezas menos), dice un informe oficial.
Aunque perdiendo posiciones, la Argentina se encuentra entre los principales países exportadores de carne equina con unas 16 mil toneladas anuales, por valor de 56,14 millones de dólares promedio en los últimos 10 años. Los países de la Unión Europea, con Bélgica a la cabeza, son por lejos el principal mercado para ese tipo de carne. Desde allí se exigía este sistema de trazabilidad individual que por ahora no pudo darse.
“Corresponde establecer un período de transición que permita avanzar de manera efectiva en la identificación de todos los équidos, garantizando al mismo tiempo la continuidad del suministro de animales para faena y cumpliendo con los requisitos de trazabilidad exigidos. Un período de transición de 365 días corridos posibilitará a los productores y establecimientos de faena que se adapten progresivamente a los nuevos requerimientos, implementando las medidas necesarias para la identificación por microchip de sus animales sin comprometer la continuidad de sus operaciones”, evaluó el Senasa.
Tendria que prohibirse la faena equina
Siempre pensé que los equinos de criadero se exportaban vivos para otros fines lejos de lo comestible y el jabón .
Y por que será que los quieren controlar ? Será por que evaden ? No creo , si son un ejemplo para la sociedad. Garcas
La mayor cantidad de carne equina se consume en el pais principalmente en la mortadela y otros fiambres, amen de las carnicerias que te la venden como carme vacuna, principalmente en el interior del pais, donde tambien se vende en alimentos preparados como milanesas, hamburguesas, chorizos, empanadas etc etc etc