La provincia de Buenos aires prometió aplicar una nueva reglamentación para permitir la utilización agronómica de purines de origen porcino. El anuncio lo realizó su ministro de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez, en una reunión de la Mesa Porcina Provincial que se realizó en el municipio de Navarro.
“Desde la Provincia de Buenos Aires seguimos trabajando y articulando con el sector privado para implementar políticas y acciones que permitan mejorar la productividad, generar valor agregado en origen y cuidar el medioambiente. Esta reglamentación que estamos presentando permite llevar adelante una producción porcina más sustentable a partir del aprovechamiento económico de los efluentes, cuidando un recurso estratégico como es el agua. Podemos decir que tiene un doble impacto positivo: económico y medioambiental”, destacó el funcionario.
En el ámbito porcino el purín es un tipo de estiércol, un subproducto compuesto por la mezcla de heces, orines, paja, agua de limpieza, etcétera, que se genera en las explotaciones ganaderas. Su concentración de nutrientes es muy baja, debido a que la mayor parte es agua. Pero se puede procesar para hacer un aprovechamiento posterior como fertilizante, para generar biogás o incluso para riego.
Entre 2020 y 2023, según datos difundidos en el encuentro, los stocks porcinos provinciales crecieron 6% respecto al periodo 2016/19, alcanzando 1.380.440 cabezas. De esta manera, Buenos Aires cuenta con el segundo mayor stock porcino del país y representa el 23% del total nacional.
A la producción primaria se suma un creciente proceso de industrialización; hoy la faena porcina en la Provincia representa el 50% del total nacional y la actividad industrial cerró el año 2023 con 4,04 millones de cabezas faenadas, el mayor registro provincial por cuarto año consecutivo.
Para acompañar y fortalecer este crecimiento, el Ministerio de Desarrollo Agrario creó una nueva reglamentación para la utilización agronómica de purines de origen porcino junto a la Autoridad del Agua de la Provincia.
Además elaboró un Manual de Buenas Prácticas que busca brindar herramientas a las productoras y productores de establecimientos productivos porcinos bonaerenses que deseen realizar el acondicionamiento de sus efluentes para aprovechar recursos y llevar adelante una producción más sustentable.
El uso agronómico de los purines porcinos tiene por objetivo la estabilización y tratamiento de los efluentes porcinos, y la preservación del recurso hídrico, el suelo y el ambiente, generando una alternativa favorable para la reducción del riesgo ambiental en base al aprovechamiento racional del agua y la utilización del purín como insumo en las actividades agrícolas.
Durante la Mesa que se desarrolló en Navarro, los productores celebraron este avance, pero a la vez “expresaron preocupación respecto a la menor demanda de carne porcina y derivados que está generando la caída del poder adquisitivo de la población producto de las políticas implementadas por el gobierno nacional”, según relató una gacetilla del gobierno de Axel Kicillof.
Que agregó: “Además, mostraron inquietud respecto de la decisión del gobierno de la Nación de facilitar la importación de carne de cerdo”.
En la Mesa estuvieron presentes representantes de Federación Agraria; la Cámara de Empresarios Porcinos de la provincia de Buenos Aires; la Asociación de Productores Porcinos de Buenos Aires; la Asociación de Productores Porcinos de Tandil; FEBAPRI; autoridades del INTA, Senasa y de la Secretaría de Bioecomomía.