Martín Aburrá tiene un entusiasmo abrumador y está convencido de que su desarrollo, una aplicación llamada InstantAgro, puede llegar a cambiar muchos de los modos actuales de trabajar en el sector agropecuario.
-¿Tanto así?- le preguntó Bichos de Campo en una entrevista que nos concedió en el marco del encuentro nacional de biológicos realizado en la Universidad Nacional de Villa María, de dónde orgullosamente se recibió como ingeniero agrónomo en 2005, una de las primeras camadas.
Aburra y sus compañeros en este emprendimiento crearon nada más y nada menos que una aplicación que apela a la Inteligencia Artificial (IA) para, mediante una sencilla foto tomada y enviada con el teléfono celular, realizar el “reconocimiento preciso de malezas, hongos e insectos” de los cultivos y obtener a partir de allí “recomendaciones precisas para proteger los cultivos de manera eficiente”.
-¡Pero eso es justamente lo que hacen los agrónomos!
Martín nos da la razón. Y nos explica:
“Esta aplicación surge en la pandemia, ya que como ingenieros agrónomos no nos podíamos trasladar porque estaba prohibido. Ahí me nace la idea de crear una aplicación en base a Inteligencia Artificial, para que a través del celular el productor saque una foto, detecte las plagas que incurren en los cultivos, y la aplicación le devolviera una receta fitosanitaria para el control de las mismas”, relata el emprendedor.
-Saca la foto y la envía… ¿A dónde? ¿Cómo funciona?
-Es así, Va al lote, saca la foto, hace un muestreo, que no es planta por planta o insecto por insecto o u hongo por hongo. Es una foto panorámica que se hace con un muestreo determinado, para el cual nosotros facilitamos un tutorial. La Inteligencia Artificial reconoce las imágenes. Así, en el escenario vas y tenés una maleza, quizás una cortadora en maíz y un hongo. Reconoce en la foto están las tres plagas y te hace la receta para las tres.
-¿Lo que hace la aplicación es enviar la información de la foto a la nube para que la procese?
-Exactamente. El soporte nuestro es Amazon, gracias a que salimos seleccionado entre una serie de startup. Nuestra aplicación hace eso, saca la foto, la manda a la nube, la IA entrenada reconoce lo que vos le mandaste.
-Y te devuelve una receta que le da al productor la pauta de lo que debería aplicar… No sé si esa recete tendrá valor legal, si está firmada por un agrónomo, ¿pero es eficiente?
-Es eficiente y está firmado por un ingeniero agrónomo y por un ingeniero fitosanitario también. Pero lo podría hacer el mismo productor con su ingeniero. Si quisiera podría.
En la web de InstanAgro, la explicación es todavía más sencilla, tan sencilla que asusta. “Captura imágenes de tu cultivo y permite que nuestra aplicación genere un análisis detallado, proporcionando una receta fitosanitaria personalizada para mantener tu cosecha saludable y próspera”, dicen los creadores de esta nueva App, que ya está disponible para ser descargada en los sistemas Android.
“Esto es ‘just in time’. Tarda 1,05 minutos en emitir de la receta. Y poder compartirla a WhatsApp. Se lo mandas a tu ingeniero, que te puede dar el aval. Luego se transforma en un documento PDF todo lo que sale en la fotito, todo lo que reconoció, con las recetas correspondiente y firmadas por nuestros ingenieros agrónomos”, repite Aburra, porque somos desconfiados y nos cuesta creer.
-En un minuto, una receta. ¿Cómo están seguros de que la receta de la Inteligencia Artificial para curar una plaga sea la correcta?
-En este momento nosotros tenemos un conjunto de ingenieros agrónomos que la van a estar monitoreando en tiempo real antes que salga la receta, pero antes de dar este paso la estuvimos testeando en 10.000 hectáreas de San Luis, Villa María, Tío Pujio, James Craick, parte del sur de Buenos Aires, y lo que emite la aplicación es la receta correspondiente.
Según Martín, luego de tantos ensayos ya no tienen dudas de que la aplicación InstantAgro “piensa como un ingeniero agrónomo”.
-Yo he visto esto en grandes multinacionales agrícolas. También te piden que saques la fotito, la envíes a su base de datos y ellos te prescriben algo, te dan una receta. Pero claro, con sus productos solamente porque es una forma de fidelizar y vender insumos. ¿La Inteligencia Artificial tiene marca, se pone gorrita de alguna marca?
-Todo lo que nosotros queramos reconocer es a base de inteligencia artificial, por ejemplo los datos biométrico de AFIP. Eso es inteligencia artificial. La inteligencia artificial no tendría dueño. Lo que hacen las multinacionales, a diferencia nuestra, es que solamente te identifican una plaga y te tiran un listado de productos. No es una receta fitosanitaria. La nuestra te dirá la receta fitosanitaria y no es planta por planta o insecto por insecto. Es una foto panorámica y ahí te reconoce todo el escenario. Esa es la diferencia que tenemos nosotros.
-¿Y si hubiera algo como una maleza que está oculta por el cultivo y no sale en la foto?
-Y eso es natural, también nos pasa a nosotros (los agrónomos). Hay que tener un cierto expertise para hacer el monitoreo. Nosotros recomendamos la forma de monitorear para que no suceda eso ni haya una contraluz, por ejemplo. O sea que está todo contemplado. Igual esa situación nos pasa hasta humanamente. Como ingenieros también se nos puede escapar una maleza porque la tapó otra planta. Pero hemos ensayado, hemos ido con la aplicación a banquinas y a lotes muy duros, y si la foto está bien tomada.
Aburra suma un detalle más: dice que InstantAgro termina siendo mucho más “sabia” que un agrónomo como él, que creció en Villa María y sabe mucho de malezas frecuentes en un tambo, porque allí la lechería es una actividad muy tradicional, pero quizás no conozca de plantas de otras latitudes. Frente e esto, dice que la aplicación “es un big data que toma información de todas las malezas del mundo”.
“El banco es amplísimo, se lo puede bajar un productor de Perú, un productor de Colombia o un productor de México. Cada ciudad, cada país tiene su situación, hay un patrón en común. Tenemos 33.000 fotos en base de maleza en todos sus estadíos. No es que vos tenés la maleza solo chiquita, sino la maleza chiquita, mediana y grande. Por eso nos excede a nosotros en el nivel de conocimiento. Yo solo tengo mi conocimiento de lo que me toco en la vida, de 16 años de profesión y de los campos que tuvo que cruzar. Esto nos supera ampliamente”, compara.
-¿Y si toma de la foto una maleza presente tanto en Villa María como en China? Es la misma familia, muy parecida, reconoce la de China y te tira un tratamiento para el ambiente en China, que no es el ambiente adecuado para Villa María. ¿Qué pasa?- seguimos buscando problemas.
-Tenemos una escalabilidad que está en cuatro idiomas: en inglés, en castellano, en portugués y en chino, porque la idea es crecer. Desde donde vos toman la foto es importante. Vos te tenés que guiar por la aplicación. Automáticamente la aplicación dice ‘che, me está llamando una persona de Colombia’. Entonces cierra su base de información a Colombia, no es que se le vaya a mezclar Argentina o Chile. La Inteligencia Artificial sabe dónde se está moviendo cada productor y actúa en función de eso.
El joven agrónomo de Villa María insiste en que han probado la aplicación sobre unas 10 mil hectáreas , más allá de algún error normal, “teníamos un 98% de asertividad”.
Nosotros le seguimos buscando la vuelta.
-¿Y los grados de infestación? Capaz que hay una maleza en el cultivo, pero no vale la pena una aplicación de tantos litros porque es muy poca la afectación del lote…
-Ahí son dos cosas que las hace un ingeniero agrónomo. Primero vas por el monitoreo y esa es una decisión que se toma. La tecnología es una decisión que se toma en conjunto con el productor, porque cuando me lleva a ver el lote quizás no se justifica el umbral económico para fumigar. O sea, eso es más una decisión entre entre personas y no tanto de la tecnología, porque lo que hace la tecnología es el servicio virtual, como de un ingeniero agrónomo.
-Supongo que la base de datos va creciendo y va alimentándose y va siendo mucho más capaz que nosotros para decir qué conviene hacer en los cultivos.
-Es así,. Supongamos que la bajás a la App y fuiste a tu campo, sacaste la foto sobre la situación, la tuya. Después va a sacar el productor vecino tuyo. Después la va a sacar el otro vecino. Cuando vos quieras sacar tu segunda receta, la inteligencia ya tiene las tres toma de decisiones. Entonces con esas tres tomas de decisiones previas ya empezó a eficientizar la decisión. Empieza a mejorar el algoritmo. Así funciona.
-¿Por qué hacen esto? Es como que un bombero descubra una aplicación para que el fuego se extinga solo y se agoten los bomberos… En el fututo esta aplicación podría eliminar le trabajo de muchos ingenieros agrónomos.
-La idea cuando uno crea una startup no es solamente mirarse el ombligo, sino que tiene beneficios sociales y ambientales. Con nuestra aplicación ya estamos, inclusive, terminando de avalar la emisión por la reducción del dióxido de carbono. Para empezar, porque se reduce las visitas de las camionetas a campo, o se hace un uso más sustentable de los agroquímicos. O sea, no tirar agroquímicos por tirar.
Pero Martín se detiene antes de cerrar la idea: “No es la idea suplantar a nadie, sino un acompañamiento. Es muy amplio el espectro que abarca un ingeniero agrónomo. Lo que a lo mejor la aplicación hace es que, como el ingeniero tiene varias actividades, permitir que se saque alguna de encima y haga de modo más eficiente las otras”.