Desde hace tres años se viene registrando un fenómeno particular en el mercado mundial del azúcar: hay una menor disponibilidad de ese producto en relación a la demanda.
Esto enciende las alarmas pensando en este año 2024, porque ya se espera este año un déficit global de 500 mil toneladas de azúcar, algo que seguramente repercutirá en algunos países de Oriente Medio y al sur del Mediterráneo, principales consumidores de este producto.
Esté déficit tiene varios factores. Uno es que Brasil, principal productor global de azúcar, viene viendo reducida su producción a causa de la sequía desde hace tres años, marcando la tendencia global a la baja. Recién este año tuvo una muy buena zafra después varias muy malas.
El segundo factor que incide en esta reducción es que hay países que han incrementado significativamente el destino del cultivo para elaborar bioetanol para combustible, como India, Indonesia o Filipinas. Argentina también lo hizo, pero nuestros volúmenes son insignificantes a nivel global.
Así, con un agresivo programa de incremento del uso de azúcar para biocombustibles, India, segundo productor mundial de azúcar, antes subsidiaba la exportación y ahora las restringe para que se haga el alcohol para su mercado interno de combustibles, que dados los altos volúmenes de consumo de India, hay retracciones en la oferta, sumado a la sequía de Brasil.
Como si fuera poco, paralelamente viene experimentándose un incremento en el consumo de entre 0,8 y 1,2% anual en el consumo mundial de azúcar, pero con una producción a la baja.
Hace poco el director ejecutivo de la Organización Internacional del Azúcar (OIA), José Orive, manifestó en una entrevista a la agencia española EFEAgro, que para este año estiman un déficit de 500 mil toneladas a nivel global.
Esto supone una problemática para países que están lejos de Argentina, especialmente los de Medio Oriente. Al respecto, Orive explicó: “El sur del Mediterráneo, Oriente Medio y el norte de África pueden notar el impacto comercial del conflicto en el mar Rojo, pero no tendrá consecuencias ‘drásticas’ en América ni en Asia ni en otros puntos de África. Países como Dubái, Omán, Arabia Saudí o Baréin tienen megarrefinerías que refinan azúcar de Brasil y lo distribuyen, por lo que mucho comercio se mueve a través de esa zona marítima”, de acuerdo a lo que publicó la agencia española.
Ahora la pregunta es si esto puede llegar a ser una oportunidad para la Argentina, de incrementar su producción de azúcar y abastecer así a este mercado deficitario que está demandante de azúcar.
Para responder esta incógnita, Bichos de Campo le preguntó a Jorge Feijóo, presidente del Centro Azucarero Argentino, si estamos en condiciones de jugar en las grandes ligas, al menos por un ratito.
El especialista afirma que no es tan sencillo, ya que Argentina hoy cuenta con dos mercados muy fuertes y que no es conveniente no desatender. Sobre esto desarrolla: “Del azúcar que está en la caña, un 60% va al mercado interno, un 25% al alcohol y un 15% a exportaciones. Las exportaciones vienen siendo atractivas para nuestro país, sobre todo lo que es la cuota para Estados Unidos”.
El país del norte es un productor importante de azúcar, pero también es un relevante importante porque no satisface su demanda. Entonces, sus demandas de importación anual lo obligaron a crear lo que se llama “cuota americana” de importación, que divide entre 20 países.
En el mundo hay 110 países que producen azúcar, y de esos países hay algunos que son exportadores, algunos grandes exportadores. Estados Unidos divide lo que va a importar por año y ahí entra Argentina, con unas 46 mil toneladas anuales aproximadamente de envíos.
“Esa cuota es muy importante porque tiene un precio muy atractivo, normalmente superior al del mercado mundial”, dice Feijóo, quien además cuenta que en los últimos años, ante el faltante, desde el norte del continente nos fueron pidiendo adicionales, que empezaron en 5 o 6 mil toneladas, y terminó en 2023 en exportaciones adicionales de 16 mil toneladas.
“Lo primero es atender la cuota americana, porque es la que mejor paga”, sin dudas, dice el especialista.
Para completar el panorama exportador, el también ex ministro de Desarrollo Productivo de Tucumán hace hincapié en Chile como aliado comercial y receptor de nuestra azúcar: “En los últimos años, las empresas argentinas han empezado a ocupar terreno en Chile. Los vecinos han tenido en los últimos años el cierre de tres o cuatro de los cinco ingenios que tenían, para remolacha azucarera. Entonces ahí se ha abierto un mercado con un potencial muy importante, y que nuestro país lo va ocupando. Hemos pasado de 50, a 150 mil toneladas de exportaciones a Chile en pocos años”.
Una descripción del sector azucarero local nos ofreció Feijoó en la lanzamiento de la campaña 2023 en Tucumán:
Ahora la pregunta es con estos mercados ‘cautivos’ que resulta imperioso seguir abasteciendo por cuestión de precios y logística, ¿qué puede hacer Argentina para abastecer las 500 mil toneladas que faltan?
“Poco”, según Feijóo.
“Globalmente no somos un país importante en producción de azúcar. Viene creciendo bastante la producción de azúcar orgánica, que se exporta todo a buen precio, con exportaciones de crudo al mercado mundial, pero es menor”, agrega Feijóo.
Entonces, de este déficit global de 500 mil toneladas, Argentina pocas chances tiene para cubrir porque está atendiendo otras cuestiones y su producción es limitada, de poco más de 2 millones de toneladas de azúcar al año. Más allá de ensayos para extender el cultivo de caña hacia zonas como Santiago del Estero, lo cierto es que son pocas las posibilidades de expandir la superficie, concentrada hoy en Tucumán, Jujuy y Salta. Por lo tanto tampoco podría crecer la producción rápidamente.
“Tenés otras cuentas, digamos, y otros destinos, que primero son históricos, como la cuota americana que es un acuerdo de muchos años, y no lo puedes descuidar. El mercado de Chile por la proximidad, por el precio y por la calidad que exige, que exige una calidad refinada, tampoco lo puedes descuidar. Y después los otros mercados se van atendiendo en función de la producción: hay años en que entrás más, años en que entrás menos, depende de la producción”, resume el presidente del Centro Azucarero Argentino.
Estan salvados, todo el excedente lo exportan a buen precio, a un dolar oficial de 850 pesos y la mayor parte la venden al mercado interno a dolar blue 1200 pesos.
Estan salvados, el exedente lo exportan a dolar oficial 850 pesos, em resto en el mercado interno a dolar blue 1200 pesos
Efectivamente. Como en la mayoría de los paises productores, las exportaciones son practicamente a costo marginal. ¿ El tema es como en los granos, porque seguimos cobrando a dolar oficial bajo? Mucha dolarización se dice, pero siguen vacunando a los productores como
siempre. Al final, todo cambia para que nada cambie. Por motivos ideologicos, politicos o lo que sea, son transferencias indebidas de unos sectores a otros.