El precio internacional de la harina de soja, principal producto de exportación argentino, se está destruyendo y parece no tener “piso”.
Si la Argentina –clima mediante– logra recuperarse productivamente y exportar 27 millones de toneladas de harina de soja en la actual campaña, con los valores actuales eso representa ingresos de divisas por unos 11.000 millones de dólares, mientras que al inicio de la siembra de soja 2023/24 esa cifra rondaba los 14.500 millones.
El equipo técnico de la Bolsa de Comercio de Rosario preparó un informe para explicar las principales causas de esa debacle, la primera de las cuales, obviamente, es el regreso de la Argentina al mercado luego del desastre productivo registrado en 2022/23.
“A la espera de la definición de rindes en el período crítico de los cultivos en nuestro país, muchos importadores especulan postergando compras, lo que colabora en debilitar los precios”, explica el informe.
El otro gran factor es el progresivo incremento de la molienda de soja en EE.UU., el cual se explica por el enorme crecimiento del consumo interno de aceite de soja destinado a elaborar biodiésel tradicional e hidrotratado (HVO).
“El uso creciente de aceite de soja para producir biodiésel y HVO en los EE.UU. viene apuntalando la molienda de soja en el país norteamericano. La fuerte política de subsidios en el marco de la transición energética es el principal factor detrás de este impulso a la industria aceitera estadounidense. En este contexto, con una demanda de harina que no crece al mismo ritmo que la de aceite, se están observando desbalances de oferta y demanda que empujan a los precios de la harina y pellets hacia abajo”, remarca el documento.
Pero también está creciendo la molienda de soja en Brasil, lo que se explica por un factor estructural (mayor consumo interno de aceite de soja destinado a producir biodiésel) y también coyuntural (ocupar el “bache” de oferta dejado por la Argentina en el mercado global).
“Aunque se espera un récord de consumo interno de harina de soja en el Brasil, también se proyecta el segundo nivel más alto de la historia para la exportación”, advierte el informe.
La producción de biodiésel en Brasil creció un 20% en 2023 y cerró con la mayor producción de la historia del país. Desde abril del año pasado la tasa de corte pasó del 10% al 12%, mientras que en diciembre pasado se aprobó una nueva suba del corte al 14% para marzo de este año y del 15% en marzo de 2025.
Otro aspecto estructural es que el gobierno chino viene realizando esfuerzos para limitar el uso interno de harina de soja en la confección de las raciones de alimentos para animales con el propósito de mitigar la enorme dependencia externa de la oleaginosa.
“El año pasado el Ministerio de Agricultura de la República Popular China anunció un plan para reducir la ratio de harina de soja que se utiliza en alimentación animal. De representar el 14,5% del forraje total en 2022, el porcentaje de harina de soja en alimentación animal bajó al 13% en 2023 y espera continuar su tendencia descendente”, apunta.
Por último, los gerentes de fondos especulativos que operan en el CME Group (“Chicago”) están muy “vendidos” en futuros tanto de soja como de harina de soja, lo que contribuye a potenciar la fase bajista presente en el mercado internacional.