En el ciclo 2022/23 las empresas agrícolas priorizaron el financiamiento en pesos con tasas de interés reales que terminaron siendo negativas en la mayor parte de los casos. Pero eso ya es historia.
“Hasta la campaña 2022/23 la gestión financiera permitió tapar muchas ineficiencias. Pero a partir de ahora el contexto es completamente diferente porque las empresas agrícolas tendrán que afrontar en muchos casos tasas de interés reales positivas”, señaló el economista Hernán Satorre, asesor del CREA Herrera Vega-Pehuajó y responsable de la Mesa Empresaria de las regiones CREA Oeste y Sudeste.
El fenómeno presente en 2024 es inverso al registrado hasta el año pasado, cuando la aceleración inflacionaria licuaba los pasivos en pesos, mientras que ahora, a medida que el actual gobierno logre ir desacelerando la dinámica inflacionaria, el financiamiento en pesos se tornará más caro en términos relativos.
“El plan del gobierno es ir hacia una suerte de convertibilidad flotante con apreciación del tipo de cambio y eso tenderá a cambiar por completo la dinámica del negocio tal como la conocíamos hasta el año pasado”, apuntó Satorre en un artículo publicado en Contenidos CREA.
El economista indicó que, si el plan económico del gobierno de Javier Milei tiene éxito, el escenario más probable es una reducción considerable de los márgenes esperados, lo que brindará una ventaja competitiva enorme a las empresas con mayor escala y que cuenten con eficiencias productivas y comerciales.
“Es indispensable cambiar el chip mental porque el escenario que debe afrontar el agro a partir de ahora es muy distinto al vigente hasta el ciclo anterior”, alertó.
“En el nuevo contexto es esencial revisar los modelos de negocios para adaptarlos, en caso de ser necesario, a los nuevos condicionantes. No se trata de cambiar de actividad, sino de cambiar cómo se hacen las cosas en esa misma actividad”, añadió Satorre.
El economista señaló que es poco probable que los costos –con los arrendamientos a la cabeza– se ajusten en la campaña 2024/25. Y remarcó que, antes de tomar financiamiento, será obligatorio estudiar bien la conveniencia de asumir pasivos –tanto en pesos como en dólares– que luego puedan terminar resultando caros en función del nuevo escenario del negocio.
“No es aconsejable convalidar tasas de interés elevadas que no se correspondan con los márgenes esperados de la actividad. En aquellos casos en los cuales no se disponga de capital propio, una alternativa es recurrir a esquemas asociativos para poder mantenerse en la actividad”, explicó.
En la misma línea, Alejandro Alonso, líder de Normas de Gestión CREA e integrante de la Mesa Técnica Empresarial de CREA, coincidió en la necesidad de instrumentar a partir de ahora planteos defensivos.
“En la actual coyuntura el negocio productivo tiene que ser sano. Se acabó la época en la cual podía sustentarse un negocio productivo flojito sobre el apalancamiento financiero”, remarcó.
¿Qué implica asumir una estrategia defensiva? Llevar a cabo –comentó– aquellas acciones que sean consideradas como las menos nocivas posibles para la sostenibilidad de la empresa. No asumir, en definitiva, riesgos innecesarios.
Alonso también estima que los esquemas asociativos serán una alternativa válida para poder afrontar la nueva coyuntura. Y añade que, si los mismos están bien diseñados, son más beneficiosos para todos los participantes en el largo plazo, dado que, si bien no generan utilidades en situaciones de desastre climático, en las buenas campañas las rentas por distribuir son sustancialmente mayores.
“Otro cambio importante en el actual contexto es que la acumulación de stocks deja de ser viable como estrategia de protección del capital de trabajo”, afirmó.
En ese sentido, recomendó no apurarse a comprar insumos, repuestos y piezas porque aún gran parte del stock disponible se gestionó con el chip del modelo anterior y en muchas situaciones pretende ser comercializado con precios muy desarbitrados respecto de la actual coyuntura.
Los precios de los fertilizantes en la Argentina siguen muy desarbitrados (pero a nadie le importa)