La llegada del fenómeno climático Niño no fue parejo para todos, dejando zonas de nuestro país con bajo nivel de precipitaciones.
Muestra de esto es el norte cordobés, donde según describe la Sociedad Rural de Jesús María, la sequía ya lleva cuatro años, y los productores de la región deberán nuevamente liquidar hembras y malvender animales con bajo peso por la falta de pasto.
A eso se le suma otra denuncia de la entidad, que tiene que ver con la carga impositiva. El impuesto inmobiliario rural vencía históricamente en mayo, y fue cambiado a febrero, algo que se suma a los obstáculos generados por la falta de lluvias: “Vencía en el mes de mayo, pensado que en ese mes el productor había podido vender su producción de terneros o tenía parte de su cosecha de grano disponible. Arbitrariamente el fisco provincial decidió pasar el pago de la cuota única, para el día 14 de febrero próximo”, recordaron desde la SRJM.
En el caso de que el productor decida pagarlo en cuotas, la primera cuota tiene vencimiento en la próxima semana, y las siguientes se irán indexando de acuerdo a la inflación: “Otra incertidumbre más para la toma de decisiones”, manifestaron desde la entidad cordobesa.
SEQUÍA Y CARGA IMPOSITIVA: LA FÓRMULA DE LA DESOLACIÓN P/EL NOROESTE CORDOBÉS
Las Rurales del Arco Noroeste analizaron un tema que no tiene fin: la #sequia. “Por falta de pasturas, el productor va a tener que tomar la difícil decisión de liquidar hembras”. https://t.co/5ijz5PrqcC pic.twitter.com/HedSBnW66A— SRJM (@srjmcba) January 30, 2024
Con respecto a la sequía, lo normal para la zona noroeste era tener los primeros episodios hacia finales de primavera, logrando los picos a principios de verano e ir disminuyendo, para finalmente volver a aumentar al cierre del periodo estival y principios de otoño.
Pero en la actualidad el fenómeno no sólo muestra una disminución en cantidad de agua precipitada, sino que también ha cambiado su distribución. Según contaron los ruralistas del norte provincial, “se registra un notorio desfasaje, donde las lluvias han producido más tarde de lo habitual, con menor milimetraje y en algunos casos chaparrones torrenciales acompañados de granizo”.
Todo esto ha afectado el desarrollo de las pasturas estivales, tan importantes para la ganadería de la región, ya que desde su germinación, para completar su ciclo de crecimiento y producción de forraje, necesitan de humedad, temperatura y horas de luz.
Así, al haberse dado este retraso en el comienzo de las lluvias, se demoró su siembra, su crecimiento fue escaso por la falta de humedad y al estar transitando el período de acortamiento de la duración diurna, las pasturas anticipan su desarrollo y decadencia.
“Tenemos menor cantidad de forraje disponible en este momento y con pocas probabilidades de poder conservar algo del mismo para el período invernal. Es decir, se anticipa, una vez más, la falta de alimento para el ganado”, aseguran desde la entidad.
Sin embargo, la SRJM también describe: “Nuevamente el productor va tener que tomar la difícil decisión de vender anticipadamente animales, con bajo peso, liquidar hembras y su consecuente descapitalización”.
Las condiciones climáticas tampoco han sido favorables para los agricultores. Debido al granizo, algunos de ellos debieron resembrar los cultivos, algunos hasta en tres oportunidades.
Tremenda seca por Cba Norte y se vienen varios días de extremo calor 🔥 pic.twitter.com/27YfK9c6kj
— Mario Aguilar 🌽🐖 🐂♻️🧉 (@maguilarbenitez) January 30, 2024
“En la zona de Villa Dolores, los productores de papa, tampoco están teniendo una buena temporada. Debido a la sequía, el agua de riego proveniente del Dique “La Viña”, está siendo restringida y sólo reciben un 30% de lo que normalmente usan en sus cultivos”, dijeron desde la entidad.
Con este panorama, los ruralistas pusieron el ojo en las autoridades provinciales y su desempeño: “Que se escuche la voz de los productores involucrados, que vayan a la fuente y evalúen datos contrastando a campo. No toda decisión se puede tomar desde un escritorio de una oficina en la capital mediterránea con solamente las imágenes satelitales y la lectura de estaciones meteorológicas que están a decenas de quilómetros de distancia unas de otra” reclamaron.
“Los productores necesitan ser escuchados, ellos conocen la realidad y también pueden sugerir distintas formas de colaboración. El objetivo final es trabajar en conjunto para salir de esta situación crítica y seguir produciendo en el lugar, evitando el temido desarraigo que ni los productores, ni los trabajadores de los campo quieren” resumieron los ruralistas cordobeses.