Luego de la pésima campaña de soja que teníamos en Argentina hace exactamente un año atrás, que por la sequía redujo su rendimiento a la mitad, el 2024 parece ser el año para el cultivo, al menos en lo que respecta a precipitaciones.
Es que de acuerdo a la Oficina de Riesgo Agropecuario de la Secretaría de Agricultura, la mayor parte del área sojera se ve totalmente recuperada del fuerte déficit de la campaña pasada, y con un pronóstico climático alentador.
Más allá de los eventos de tiempo severo que dejaron tormentas trágicas, a diferencia de los primeros días del año pasado, “predominan actualmente las áreas sojeras con reservas adecuadas a óptimas, con incluso algunas zonas con almacenajes temporalmente excesivos” según indicaron los especialistas de la ORA.
Según el último informe de Estimaciones Agrícolas (SSA), el avance de siembra total (soja de primera y de segunda) alcanza el 80% a nivel nacional. Las delegaciones con más superficie sembrada o a sembrar son Río Cuarto con 1.190.400 has, Rafaela con 942.400 has y Pergamino con 774.250 has.
En el gráfico que compartieron desde el organismo técnico, se muestra la evolución de las reservas de agua en el suelo en Rafaela. En vez del seguimiento para soja, que se realiza solo desde la fecha de siembra en cada zona, se muestra el de pastura, ya que este se lleva a cabo durante todo el año y permite ver la situación al principio del gráfico (enero 2023) y al final (enero 2024).
Como muestra la imagen, en los primeros días del año pasado la situación hídrica (línea negra) se hallaba al nivel del mínimo histórico (línea gris punteada). En cambio actualmente, al final del gráfico, se observan valores superiores a los normales (dentro de la franja verde). Se ve una recuperación en el invierno, con la finalización de La Niña, y otra más marcada desde octubre, con el comienzo del impacto de El Niño.
En ese camino, el ingeniero agrónomo Matías Amador, que desde Alejo Ledesma, al sur de Córdoba confirma algunos de estos panoramas.
En diálogo con el colega Alejandro Guerrero del programa radial “Y del Trabajo del Hombre”, en Venado Tuerto, manifestó: “Yo hace 20 años que estoy trabajando en esto, primero en la parte privada y ahora en la parte independiente, y pocas veces he visto sojas en tan buenas condiciones, tantos lotes, como que todas están muy buenas. Se ha sembrado casi todo junto, después de esa lluvia grande que tuvimos allá por los primeros días de noviembre, ahí se hizo una siembra muy agresiva, muy masiva de lotes de soja de primera, así que están todas en R2 o por ahí, y la verdad que están muy, muy, muy buenas todas, exceptuando algún lote puntual, pero la realidad es que venimos muy bien”.
En el caso del maíz, en gran parte de la zona núcleo, las condiciones de humedad en el suelo retrocedieron, quedando ahora en condición de regular. “La falta de precipitaciones significativas en la zona núcleo pampeana determinaron un nuevo retroceso en la disponibilidad hídrica en lotes de maíz, llevando la mayoría del área condiciones regulares” dijeron desde la ORA, mientras que “en el centro y norte de Santa Fe, Corrientes y norte de Entre Ríos se mantienen los altos contenidos de humedad, como saldo de las lluvias persistentes”.
Se viene la revancha. pic.twitter.com/UWh42sAup3
— Fernando Perea Muñoz (@FerPereaM) January 4, 2024
A su vez, en el centro de Córdoba se estimó una leve reducción del área con déficit que permanece remanente. Cerca de la capital, donde se registraron 47mm, las nuevas condiciones son de reserva escasa, mientras que más en el centro Hernando reportó 21mm, que resultaron insuficientes para salir del déficit.
Por qué se insiste tanto en los medios sobre las “excelentes condiciones” que “aseguran” una “gran” cosecha este año? Es aventurada esta esperanza. Todavía dependemos del agua que caiga del cielo ya que en los suelos no hay reserva. Y la lluvia tarda demasiado y llega escasa en algunos lugares, mientras en otros cae en exceso y acompañada de grandes vientos y fuerte granizada.
Falta una eternidad para cosecha y mientras los que nunca pisan bosta ni comen mosquitos se restregan las manos esperando el dinero que no sudan, los productores rezan, como aquel español de los versos de Machado que “pensando en su olivar al cielo mira”.
Un poquito de pudor…