En agosto de 2023 la Argentina importó 986.047 toneladas de soja y procesó 2,066 millones, lo que implica que el 47,7% de la molienda se explicó por el poroto importado de países vecinos.
Eso implica que en el promedio de los cinco primeros meses del ciclo comercial de la soja argentina 2022/23 el 45,6% de la soja procesada provino del exterior (fundamentalmente de Brasil y Paraguay).
En el transcurso del régimen cambiario especial del “dólar soja 4” instrumentado en el presente mes de septiembre se originaron 4,64 millones de toneladas con precio cierto (nuevos contratos + fijaciones).
Sin embargo, el cambio de metodología implementado en el “dólar soja 4”, que permite la libre disponibilidad del 25% de las divisas, brindó una mayor competitividad relativa a los exportadores de poroto respecto de los industriales aceiteros.
En ese marco, el volumen de compras de poroto por parte de las empresas exportadoras se potenció, mientras que lo contrario ocurrió con el grano originado por las industrias aceiteras. Eso se refleja en las Declaraciones Juradas de Ventas Externas (DJVE) de productos del complejo sojero realizadas en el marco del “dólar soja 4”.
Aún quedarían en manos de productores argentinos al menos cinco millones de toneladas de soja 2022/23, las cuales representan una cifra muy baja para poder asegurar el “empalme” con el ingreso de la nueva cosecha 2023/24 (en abril del año que viene).
El ministro de Economía Sergio Massa decidió extender el programa “dólar soja 4”, vigente desde el pasado 5 de septiembre, hasta el próximo 20 de octubre. Y es muy probable que, en caso de haber balotaje, sea incluso continuado hasta el mes de noviembre.