“Hay algunas luces rojas sobre la importación de maquinaria agrícola”, alertó Raúl Crucianelli, presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma) en un comunicado. La entidad agrupa a más de 220 fabricantes nacionales de equipamiento y alzó su vos para advertir que “después de años de estancamiento nuestro sector está empezando a funcionar bien, pero la importación de equipos afecta al funcionamiento de nuestra actividad. Pasar de una importación totalmente controlada como había sido en otro momento a un descontrol de importaciones sería lamentable”, advirtió Crucianelli.
Luego de las modificaciones a la política agropecuaria establecidas por el gobierno de Cambiemos a partir de diciembre de 2015 hubo un sensible aumento en la cantidad de equipos vendidos: en 2016 las operaciones crecieron en valor más del 100% respecto del año anterior. Una nota reciente de La Nación indicó en el primer trimestre de este año las ventas de tractores y cosechadoras siguieron creciendo fuerte. En unidades, las operaciones en tractores pasaron de 952 a 1664, en tanto que en cosechadoras saltaron de 276 a 344 equipos. El informe cita a la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), entidad que ya expresaba su preocupación porque el crecimiento en la venta de equipos importados era mucho más acelerada que la de los nacionales.
Crucianelli, en este contexto, consideró que existe cierta “competencia desleal”,.porque los equipos importados acceden al mismo crédito que los fabricantes nacionales. “Eso no corresponde. Los impuestos de los argentinos tienen que estar afectados a créditos para mano de obra de los argentinos”, advirtió. En las últimas exposiciones, el Banco Nación estuvo ofreciendo préstamos para bienes de capital que, gracias a diversos subsidios, se podían obtener a una tasa de 13,5% anual, menos a la inflación. “El crédito subsidiado con impuestos argentinos debe estar destinado sólo a fabricantes de industria nacional. La otra opción es que paguen las tasas que corresponden sobre un precio de importación que no es esté ‘corregido’, es decir, que se estén importando a valores por debajo del que normalmente tienen esas máquinas a la venta’, destacó el empresario.
El comunicado de Cafma recordó que “en nuestro país hay más de 300 fábricas de maquinaria agrícola nacional, a las que se suman ensambladoras de firmas multinacionales, que importan agropartes y terminan de armar los equipos. Se considera producción nacional cuando se incorpora 60% o más del valor de la máquina de fabricación local . En la región, hay una tendencia a llevar ese porcentaje al 65%”.
En el sector hay una especial preocupación en los fabricantes de silos, ya que están ingresando equipos casi al valor de lo que cuesta la chapa en Argentina, sobre todo en los medianos y chicos. “También están afectados los equipos de fumigación y las sembradoras, ya que se ha registrado la importación de equipos con crédito otorgado y a valores por debajo de lo que corresponde”, indicó Crucianelli.