Primero era un Ministerio con un montón de secretarías y subsecretarías, en concordancia con la importancia del agro en la vida económica argentina. Luego la cantidad de subsecretarías se redujeron a la mitad, porque no se podía tolerar tanto gasto político. Más adelante, el gobierno de Cambiemos decidió que la Agroindustria no podía seguir siendo un ministerio y degradó el área a una novedosa “Secretaría de Gobierno”, dependiente del Ministerio de la Producción, que siempre manejó los asuntos de la Industria y está conducido por Dante Sica, un economista surgido de la cantera industrialista.
Hasta ahí todo bien, porque la política agropecuaria siempre resultó ninguneada a lo largo de los gobiernos y éste, por más Cambiemos que prometa, finalmente no tenía por qué ser una excepción. Agachar la cabeza y suspirar andando bajito, total los productores ya están acostumbrados. En las últimas semanas, putearon más por el regreso de las retenciones (que nunca se habían terminado de ir, al menos en soja) que por la degradación institucional del área que debe resolverles muchos problemas.
Pero lo que sucedió este miércoles ya es demasiado y podría desencadenar una revuelta semejante a la que provocó la Resolución 125 (es chiste, aclaro): haciendo valer su poderío, el Ministerio de Producción le arrebató a la menguada Agroindustria una de las cuatro secretarías que le quedaban en el organigrama. Y no solo eso: también se llevó a la única cara bonita que había en el ex Ministerio.
En efecto, mediante un comunicado, el Ministerio de Producción anunció que Marisa Bircher será designada ahora secretaria de Comercio Exterior de esa cartera, y que además “en el marco de la integración de ministerios, la Secretaría de Mercados Agroindustriales (que dirigía hasta ahora la rubia funcionaria) se fusionará con el área de Comercio Exterior, para potenciar la estrategia con foco en las exportaciones”.
¿Se entiende? Es la degradación más infame que ha vivido hasta ahora el área de gobierno que atiende los asuntos rurales. No solo se llevan una “cara bonita” y a una funcionaria eficiente. También dejan la estructura que depende de Luis Miguel Etchevehere reducida a solo tres secretarías de las cuatro que tenía. Le quedan Agricultura Familiar(a cargo de Santiago Hardie); Agricultura, Ganadería y Pesca (a cargo de Guillermo Willy Bernaudo); y Alimentos y Bioeconomía (a cargo de Anrés Murchison). Ninguno de esos tres funcionarios podría ser enviado a competir en un concurso de belleza.
Habrá que ver ahora qué sucede con las subsecretarías que dependían de Bircher. Una de ellas, la de Mercados Agropecuarios, es clave para la administración de temas sensibles como los valores FOB a partir de los cuales se cobran las retenciones. O para la administración de las DJVE que presentan las cerealeras. Al frente de este área está Jesús Silveyra.
De la funcionaria también dependía la Subsecretaría de Negociaciones Agrícolas Internacionales, manejada por el abogado Maximiliano Moreno. Se presupone que este sector también migrará con Bircher, dejando a los futuros secretarios de Agroindustria huérfanos de otros capitales políticos importantes, como decidir quien va a las agregadurías agrícolas en diversos países e intervenir directamente en la negociación de acuerdos de libre comercio.
Pero así será. Lejos de Agroindustria, cerca de Producción, y casi como una par del ex ministro Etchevehere, Bircher reemplazará a Miguel Braun, que pasó a desempeñarse como nuevo secretario de Política Económica del Ministerio de Hacienda. En tanto, Ignacio Werner asumirá como secretario de Comercio Interior, el cargo que en otros tiempos ocupaba Guillermo Moreno.
“Desde 2015, Bircher se desempeñaba como secretaria de Mercados Agroindustriales, en el entonces Ministerio de Agroindustria de la Nación”, dice casi con sorna, como burlándose de la desgracia del área que absorbió y a la cual le roba ahora su más linda funcionaria.
Bircher proviene de la Fundación Pensar, un think thank del macrismo que lideraba el ex ministro Francisco Cabrera. Es licenciada en Comercio Internacional por la Fundación Bank Boston & Universidad Marina Mercante con Posgrado en Marketing Internacional y Comercio Exterior. Trabajó en Cancillería, Fundación Exportar, en SGS Group y fue directora general en el Ministerio de Desarrollo Económico de la ciudad de Buenos Aires.