Esta noche los representantes de los trabajadores del servicio de remolque y la Cámara de Armadores de Remolcadores (CAR) llegaron a un acuerdo y levantaron la medida de fuerza que impedía el ingreso y egreso de buques de muchos puertos claves para el sector agroindustrial argentino.
La Federación Sindical Marítima y Fluvial (Fesimaf), representante de los intereses de los empleados de empresas que brindan el servicio de remolque de buques, comunicó que la medida fue levantada a partir de las 21.00 horas.
El uso de remolcadores para el ingreso y egreso de buques en terminales es obligatorio en los puertos de Quequén, Bahía Blanca, Santa Fe y Diamante, mientras que en otros su uso es obligatorio o recomendable en función de las condiciones climáticas.
El conflicto representaba un problema en la hidrovía del Paraná porque una bajante en ese río está dificultando el movimiento de buques en ese canal de comunicación esencial para el sector agroindustrial argentino.
Los técnicos del Instituto Nacional del Agua (INA) proyectan que la bajante presente en la zona de influencia del Gran Rosario tenderán a profundizarse en las próximas dos semanas.
Fesimaf, federación creada a fines del año pasado, está integrada por el Centro de Capitanes de Ultramar y oficiales de la Marina Mercante, el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales de Pesca y Cabotaje Marítimo, la Asociación Profesional de Capitanes y Baqueanos Fluviales, el Centro de Jefes y Oficiales Navales de Radiocomunicaciones, el Centro de Jefes y Oficiales Maquinistas Navales, el Sindicato de Electricistas Navales y Centro de Comisarios Navales.