La tendencia global de las compañías dedicadas a la producción y distribución de insumos para el sector agropecuario está encaminada hacia los insumos biológicos, que si bien por estos días es incipiente, está ganando de a poco participación en las grandes ligas productivas.
Hace algunos meses contábamos que Corteva Agriscience, uno de los gigantes de la industria de los insumos confirmaba esto al anunciar la compra de dos empresas productoras de bioinsumos. Primero fue Symborg, de origen español, allá por septiembre del año pasado. Luego Stoller, de origen estadounidense a fines del mismo año.
En ese sendero, la compañía lanzó hoy martes al mercado argentino el primer fertilizante biológico justamente elaborado en primer término por Symborg, en España, que al darse la fusión definitiva pasó a pertenecer a Corteva.
Utrisha N es el nombre de este nuevo producto que viene a abrir la puerta de este tipo de insumos de la compañía en nuestro país. Este bioinsumo consiste en una bacteria que se aplica de forma foliar, que es capaz de fijar nitrógeno atmosférico. La bacteria responsable de esto es la Methylobacterium symbioticum, que ingresa por los estomas de la hoja y coloniza completamente la planta en 7 días después de la aplicación. Desde ahí, la bacteria continúa capturando Nitrógeno hasta que la planta es cosechada.
Actualmente se está lanzando para el cultivo de maíz, dado que el registro está dado oficialmente para esas plantas, pero en un corto plazo tienen por objetivo conseguir habilitación de Senasa para su uso en soja, trigo, papa, alfalfa y maní, más allá de que pueda utilizarse en cualquier planta que requiera elevar sus rendimientos.
En ese sentido, los especialistas de la compañía aseguran que de acuerdo a los estudios y ensayos realizados hasta ahora, tanto en soja como maíz se obtuvieron gracias a la aplicación de este producto mejoras superiores al 9% en ambos casos.
Mauricio Casquero, responsable de Investigación y Desarrollo de productos bioestimulantes de Corteva, explicó: “Utrisha N puede ser utilizado en todos los cultivos y en una amplia ventana de aplicación. Las bacterias se mantienen activas durante todo el ciclo de crecimiento de la planta, y su presencia dentro de las hojas le permite fijar eficientemente el nitrógeno atmosférico de una manera natural y controlada”.
Según Casquero, la aplicación foliar le brinda practicidad ya que su uso “se alinea con las aplicaciones de herbicidas, insecticidas o fungicidas. Por otro lado, no necesita una lluvia para que el Nitrógeno sea incorporado a la planta”.
Desde Corteva Agriscience señalan que es una herramienta novedosa que optimiza la estrategia de fertilización nitrogenada: “Este producto no producirá nitrógeno en exceso, no reemplaza la fertilización tradicional y se ajusta a la mayoría de las estrategias sostenibles de producción”.
Por su parte, Julián Sudera, director de marketing de la compañía para el Cono Sur, manifestó: “Es un complemento positivo que tiene la planta, porque la bacteria no le saca ningún costo energético a la planta para para vivir y establecerse adentro de ella. Vive del subproducto que genera la planta, y en beneficio de la planta recibe el Nitrógeno que fije esta bacteria”.
El producto que Corteva está lanzando al mercado ya lo hizo en Chile, Estados Unidos, Canadá y Europa, y dentro de dos meses será lanzado en Brasil. “Este lanzamiento es realmente muy importante para nosotros, en Argentina es el primero, y es el primero en un segmento nuevo, porque biofertilizantes es un segmento que existe, pero no de la forma cómo se comporta Utrisha, que es una bacteria viva que coloniza la planta para fijar hidrógeno”, reconoció Sudera.
En este camino que marca la tendencia del uso de biológicos para la producción agropecuaria, hay dos grandes compañías de la industria alimenticia que ya probaron este producto en papa con buenos resultados, lo que supone una demanda casi asegurada por parte de esa industria, pero también de productores extensivos de granos como maíz o soja, donde ese 9% de rendimiento extra no es nada despreciable.
La salida de la sequía genera mucha incertidumbre para muchos productores especialmente en zona núcleo, donde a pesar de la coyuntura la adopción de tecnología es alta.
Justamente eso le preguntó Bichos de Campo a Sudera, para conocer la forma en que la empresa evalúa la realidad de esos productores que en varios casos perdieron hasta dos cosechas. El directivo aseguró: “El productor argentino es de tomar tecnología. Estamos convencidos, que Utrisha aporta treinta kilos de Nitrógeno, que equivale -incluidas las pérdidas- a cien kilos de urea. Es un beneficio a nivel de productor, y la verdad sabemos que el productor viene de una campaña complicada, muy dura para todo el agro argentino. Pero también sabemos que para salir de este tipo de situaciones, producir más es la mejor receta. El productor seguramente va a salir a producir de la forma que sabe producir, y ahí Utrisha es un complemento muy, pero muy útil a la hora de buscar mayor productividad”.
Consultado sobre la tendencia global a la que Corteva apuesta con los bioinsumos, y lo que los consumidores demandan de la forma en la que se producen los alimentos, el directivo explica: “Entendemos que hay una hay una tendencia a producir cada vez con menos huella –de carbono-, y esto es un una forma de producir más kilos con menos huella ambiental. Hay una tendencia en el mercado local y global, obviamente más fuerte quizás en continentes como Europa, pero por ejemplo, un mercado como el de Chile, donde hay una fuerte vocación exportadora a todos los mercados de primer mundo, está. En Argentina todavía es quizás un poco más incipiente, pero con una fuerte convicción de que la demanda de productos con menos huella también va a crecer en Argentina”.