La Secretaría de Agricultura agregó nuevas posiciones arancelarias correspondientes a economías regionales para que puedan exportar con un Dólar Agro especial de 300 pesos hasta fines de agosto. Esta vez incorporó a una economía tan regional que era obvio que no podía quedar afuera: la carne ovina que se produce y embarca sobre todo desde la Patagonia más austral.
Para dictar la Resolución 160/2023, una vez más la excusa del equipo de Juan José Bahillo fue que la resolución original que implementó esta versión del Dólar Agro, y a la cual le faltaban por lo menos la mitad de las economías regionales, habilitaba las puertas a una negociación sector por sector, como para asegurar que cada rubro cumpliera con los requisitos impuestos por el Programa de Incremento Exportador (PIE), como por ejemplo garantizar la provisión al mercado interno.
Pues parece ser que el equipo de Agricultura ya arregló con los frigoríficos exportadores de Santa Cruz la provisión de corderitos, pues la carne ovina (excluida originalmente) fue incorporada a la lista, junto a otras posiciones arancelarias que evidentemente se habían olvidado, como los espárragos.
En este de quedar afuera y lograr a posteriori la incorporación había economías regionales señeras, como los cítricos dulces, las peras y manzanas, el arroz, el girasol, la cebada y el sorgo, que fueron sumándose. Ahora las incorporaciones corresponden a estas posiciones arancelarias:
En este listado de “incorporaciones” también figuran algunas achuras y menudencias de ovinos y bovinos, pero no se precisa cuáles; los espárragos, los Hongos del género Agaricus y otros, los zapallos, el ajo en polvo, los dátiles e higos, los melones y sandías, los damascos y duraznos, las frutillas y otras frutas. También las semillas de colza y nabo, semillas de sésamo, semillas de mostaza, semillas de hortalizas, y algunos jugos y extractos vegetales.