Gerardo Tessore es un productor santafesino de la localidad de Carlos Pellegrini que, como todos los de la región agrícola núcleo, está cosechando la soja y el maíz con pésimos resultados que no llegan a cubrir los costos de producción. Como todos los productores, coincide en que la Argentina está viviendo una “catástrofe productiva” por culpa de la sequía. Y pide al gobierno que alivié la presión impositiva que asfixia al sector aún en esta situación.
Curiosamente Tessore es también el productor que entregó al mercado el primer lote de soja de la campaña 2022/23, que no provino del campo familiar de Santa Fe sino de otro ubicado en Formosa, adonde este agrónomo decidió apostar hace unos años a hacer agricultura, colonizando nuevas zonas. Eran tiempos en que la soja ofrecía mejores rentabilidades.
Curiosamente ese primer lote de soja, ubicado en Potrero Norte, rindió 35 quintales, como los de la pampa húmeda, donde en estos momentos se están cosechando con rendimientos pobrísimos, de 6, 8 o 10 quintales por hectárea. “Hoy se festeja como si fuera el Mundial obtener 20 quintales de soja, cuando esta zona solía dar 40 o 45 quintales”, comenta Cristian Russo, encargado de las estimaciones agrícolas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Este jueves al mediodía, en el recinto de operaciones de la BCR se reunieron representantes de toda la comunidad agrícola argentina para participar del remate simbólico y solidario de este primer lote de Tessore llegado desde Formosa. El clima era de desazón por los pobrísimos resultados productivos, que según al propia entidad tendrán un costo para los productores, y finalmente para la economía local, de este 15.000 y 17.000 millones de dólares.
Sin representantes del gobierno nacional (el secretario Juan José Bahillo apenas envió una carta), con el ministro de Producción de Santa Fe, Daniel Costamagna, dando la razón a las quejas de los productores y prometiendo toda la ayuda desde la provincia que les sea posible, la cadena agrícola lanzó desde aquí una severa reprimenda a las autoridades federales, que todavía parecen advertir la gravedad de la situación. El intendente de Rosario, Pablo Javkin, también se quejó, pero de la falta de apoyo en materia de inseguridad. El gobernador Omar Perotti llegó a último momento para pronunciar un discurso donde reconoció el enorme aporte del agro al país a lo largo de su mandato. El mandatario peronista hasta bregó por empezar a discutir las retenciones porque “con esta presión fiscal es imposible”.
Aunque sin mencionarlo, los principales dardos de la cadena sojera estuvieron dirigidos al ministro de Economía, Sergio Massa.
“Este es un año decididamente malo para la producción agropecuaria. Por tercer ciclo consecutivo, y este en particular con mucha más virulencia, los hombres y mujeres de campo sufrieron crudamente y en soledad, el impacto de una sequía que se llevó sus sueños y esfuerzos. En nuestro último informe de estimaciones, el recorte de marzo a abril en soja pasó de 27 a 23 Millones de toneladas, y en maíz de 35 a 32 Millones de toneladas, alcanzando pérdidas de más del 50% de lo que se esperaba producir al inicio de la siembra”, explicó Miguel Simioni, presidente de la BCR, que actuó como vocero de la cadena que más divisas inyecta a la economía.
Según el directivo, “el impacto negativo de esta sequía se está notando fuertemente también, en los pueblos y ciudades del interior, donde la vida y la actividad económica gira en torno a la actividad agropecuaria”. Y reclamó: “Es imperioso actuar con determinación y solidaridad para dar respuestas a aquellos que están sufriendo las consecuencias de este fenómeno”
Fue allí, luego de enumerar varios datos sobre el daño, que Simioni transmitió una queja firma a los funcionarios nacionales. “Hace tiempo desde la Bolsa venimos advirtiendo que la situación es sumamente delicada. No son tiempos para seguir improvisando con anuncios o medidas descoordinadas, que sólo funcionan como parches cuando se necesitan divisas. Prueba de esto es el reciente programa de estímulo a las exportaciones conocido como dólar soja 3”, manifestó.
El vocero de la comunidad agrícola no esquivó críticas hacia la gestión económica de Massa, que buscó repetidas veces resolver el panorama de divisas del Banco Central sin contemplar las distorsiones que se fueron acumulando en el mercado de granos.
“Lo que en su primera edición se presentó como un mecanismo excepcional para recomponer las reservas, se transformó en una herramienta periódica de intervención de los mercados, cuyos resultados ya conocemos: Pérdida de transparencia en el proceso de formación de precios, distorsiones y asimetrías hacia el interior de toda la cadena de producción y comercialización granaria, sumado al encarecimientos en los costos de arrendamientos rurales, usualmente pactados en valor soja, incluso cuando el uso de esa tierra tenga destinos muy distintos como son los casos del maíz y la hacienda, cuya producción lejos está de acceder a esos valores”, enumeró el presidente de la BCR.
También le reclamó al Ministerio de Economía que haya gestos más contundentes para ayudar a los productores que viven la emergencia agropecuaria, como una rebaja sustantiva de las retenciones o la facilitación de créditos accesibles. “En una Nación, en la que muchas veces escuchamos a la política jactarse de que debemos ser el supermercado del mundo, no podemos permitir que se mire para otro lado. No es posible que por falta de acción u omisión, se permita que se fundan quienes día a día apuestan por la producción y el trabajo”, señaló.
Y completó: “Exigimos al Estado en todos sus niveles que articulen las medidas necesarias para atender esta dramática situación, y garantizar la subsistencia de aquellos hombres y mujeres de campo que fueron golpeados por la sequía, y que carecen de los recursos necesarios para encarar el próximo ciclo agrícola”.
Según esta posición de la BCR, que es el punto de encuentro de toda la cadena agrícola, lo que se necesita con urgencia es:
- Un fuerte apoyo a la producción a través de los reconocimientos inmediatos de los estados de emergencia o desastre agropecuario, y asistencia financiera por parte de la banca pública y privada.
- La derogación de la circular del Banco Central, que encarece el financiamiento de productores con tenencia de soja.
- Reglas claras que den previsibilidad a la producción e inversión. No más regímenes como el dólar soja ni medidas que dificulten el acceso a los insumos básicos del sector o incrementen sus precios.
- Un marco impositivo justo y que no castigue a la producción. “Por ejemplo, no puede ser que ante la peor catástrofe productiva con quebrantos cuantiosos, se sigan recaudando las retenciones”, se pronunció Simioni.
- Alentar los usos alternativos de la producción como lo hacen nuestros países competidores, en particular Brasil, a través de incrementos en el corte de biocombustibles.
- Poner en valor la infraestructura básica de transporte de cargas que, salvo en el caso del ferrocarril, no ha tenido grandes avances en los últimos 20 años.
Es posible con alguna tecnología generar una sequía sobre alguna región en forma artificial.
Con todo respeto. Potrero Norte es una zona pobrísima de Formosa, que de hecho ya es pobre. Considerando que el Sr. Tessore obtuvo tan buen rendimiento del lote que a su vez fue el primero y por ello se subastó con un fin solidario. Considero que hubiera sido pertinente donar lo recaudado a una entidad de Formosa y no de Santa Fe. Un punto de vista que claramente nada tiene que ver con producción y no mueve el amperímetro…gentileza que le dicen.