Nuestro colega Carlos Curci González escribió estas líneas tratando de explicar por qué en la Argentina es habitual la conmemoración del Día del Periodista Agropecuario. Curci González fue presidente del CAPA (Círculo Argentino de Periodistas Agrarios) y actusalmente escoordinador de la Red Latinoamericana de Comunicadores Agroalimentarios. Compartimos su texto:
Nuestro país tiene particularidades difíciles de explicar. Y el mundo de la comunicación agropecuaria no escapa a esa premisa.
Cada 1° de septiembre se celebra el Día del Periodista Agropecuario en conmemoración a la primera edición, ese día pero en 1802, del “Seminario de Agricultura, Industria y Comercio”. Esta iniciativa editorial tuvo vigencia hasta principios de 1807, cuando su creador, Hipólito Vieytes, decidió que era momento de dejar la pluma y tomar la espada para luchar contra los ingleses como parte del cuerpo de Patricios. Aquí la primera curiosidad; nuestra especialización periodística es más antigua que la patria misma. El primer medio sectorial nació y murió antes de la Revolución de Mayo de 1810.
Pero no es la única particularidad. Allá por 1955, cuando el país vivía tiempos difíciles y caía el gobierno de Juan Perón, un grupo de colegas que cubría la Exposición Rural de Palermo decidió capacitarse. Al parecer la cursada que realizaron en la sede de la Sociedad Rural Argentina les despertó el espíritu colectivo yasí fundaron el Círculo Argentino de Periodistas Agropecuarios (CAPA), una entidad que hoy agrupa cientos de colegas de las distintas regiones del país.
¿Cuál es la curiosidad? Qué desde ese momento, este entidad que nació en la Argentina es la única de su tipo que agrupa a periodistas especializados en Latinoamérica. Cabe destacar también que algunas iniciativas semejantes surgieron luego en países vecinos, como la Asociación Uruguaya de Comunicadores Agropecuarios (AUCA) y la Red Do Jornalistas de Agronegocios de Brasil. Pero la de nuestro país, por cantidad de socios y por las acciones que ha realizado, es sin duda la que más objetivos consiguió a lo largo de estás décadas.
Aquí la tercera curiosidad. La Argentina y el CAPA han logrado, en 2013, ser sede del congreso anual de la Federación Internacional de Periodistas Agropecuarios (FIPA), un evento que reunió a más de 220 colegas de los cinco continentes, que así pudieron conocer el campo argentino durante casi una semana.
Comieron asado, tomaron vino, hablaron con productores, conocieron industrias y escucharon disertaciones en Buenos Aires y Rosario. Hoy el CAPA conserva su silla y es miembro de la entidad internacional junto con otros 50 países.
Pero hoy, en la actualidad, no todo es para festejar. El periodismo agropecuario argentino atraviesa un momento difícil. La evolución de los medios de comunicación tradicionales hacia la digitalización, las peleas del kirchnerismo con el sector, la centralización de las multinacionales que tienen las grandes pautas publicitarias, la falta de espacios en los medios grandes, sumado a los problemas del periodismo extrasectorial como sueldos muy bajos, sobreoferta de recursos humanos, entre otros, hacen que hoy no haya mucho porque celebrar.
El periodismo agropecuario es una especialidad de especialidades, porque informar sobre la temática agroindustrial requiere de enfoques y análisis técnicos, pero también de saber de política y economía, de aspectos culturales y sociales, etcétera Quizás sea una de esas particularidades que también cueste explicar.