Luego de escuchar durante algunas horas bajo el sol las quejas y fuertes críticas de muchos productores agropecuarios, los cuatro dirigentes nacionales de la Mesa de Enlace defendieron sus últimas negociaciones con Sergio Massa, pero intimaron al ministro de Economía a cumplir sus promesas en materia de ayuda ante la dura sequía antes del próximo lunes 13 de marzo. A la vez, el sector se declaró en estado de “alerta y movilización”.
Nicolás Pino (Sociedad Rural), Elbio Laucirica (Coninagro), Jorge Chemes (CRA) y Carlos Achetoni (Federación Agraria) se mostraron primero tolerantes frente a las duras críticas que recibió la Mesa de Enlace por su actitud conciliadora con el gobierno, especialmente desde que Massa asumió como nuevo hombre fuerte en el Ejecutivo, en agosto del año pasado. Pero frente al aluvión de cuestionamientos -la mayoría de ellos provenientes de diversos grupos de autoconvocados-, los integrantes de la Mesa de Enlace se reservaron la palabra para el final. El último en hablar fue Achetoni, quien había convocado a esta asamblea en Arroyo Seco y metió en el brete a sus colegas del resto de las entidades.
Fue el propio titular de Federación Agraria quien ensayó una salida decorosa para el bloque agropecuario, que se encuentra a mitad de camino entre la presión y le malestar de las bases agropecuarias y la necesidad de conciliar al menos algunas medidas de socorro de parte del gobierno nacional para la difícil coyuntura económica y financiera que dejará la sequía. Intimó a Massa a cumplir con las medidas paliativas que prometió -y muchas de las cuales no han sido aplicadas todavía- en un plazo perentorio que vence el lunes siguiente a la Expoagro. Es decir el lunes 13 de marzo.
“La semana que viene es Expoagro. Le damos hasta el lunes de la semana siguiente (al ministro) para que responda efectiva y positivamente” a los reclamos del sector por la sequía, que van desde suspender los juicios y embargos y cancelar para todos (y no solo para los productores declarados en Emergencia) los pagos de anticipos de Ganancias. También apuntó Achetoni que será necesario un financiamiento mucho más generoso y no los 50 mil millones de pesos que puso a disposición el Banco Nación, a tasas subsidiadas pero también solamente para quienes tengan el certificado de emergencia.
Embravecido, desentonando con una concurrencia más bien reducida de unos 400 productores, Achetoni también advirtió al gobierno que “si no tenemos respuesta, desde hoy nos declaramos en alerta y movilización”, al tiempo que proponía para luego del lunes 13 comenzar una serie de asambleas zonales para ponerle fecha a una marcha de productores a Buenos Aires, para protestar no solo frente a la Casa de Gobierno sino también ante el Congreso, para que encare de una buena vez una discusión sobre las retenciones y la paridad cambiaria. “Si no quieren discutir, a patadas vayamos y abrámoslo”, dijo sobre el palacio legislativo.
La fórmula de declarar el estado de alerta y movilización, amenazar con una marcha a Buenos Aires, y tirar nuevamente la pelota al lado de la cancha que ocupa Sergio Massa fue una manera de responder claramente a la presión que sienten los dirigentes por la falta de resultados concretos tras todos estos meses de negociaciones con el nuevo súper ministro, que incluso absorbió bajo su mando el Ministerio de Agricultura.
Es que a lo largo de la asamblea de Arroyo Seco muchos productores y dirigentes rurales díscolos manifestaron su disconformidad con esta actitud de la Mesa de Enlace e incluso le reprocharon los abrazos con Massa y el secretario Juan José Bahillo. Achetoni les pidió disculpas a sus pares de las otras entidades por algunos exabruptos: “Han recibido muchos agravios que no son necesarios. De esta manera no vamos a construir el país que queremos”, manifestó.
El mismo titular de la Federación Agraria llegó al punto de defender su propio desempeño gremial y hasta llegó a desafiar a quienes lo critican a arreglar los tantos “cara a cara”.
“Tengo que agradecer a mis padres, que me enseñaron a ser honesto, digno y honrado, y aquel que se atreva a decir que me entongaron con algo que venga y me enfrente”, reclamó, para luego contra que hace cuatro años no cobran un peso por sus tareas como dirigentes de Federación Agraria y por lo tanto “no le voy a permitir a nadie que nos traten de transeros”.
“No le demos de comer a quienes nos están gobernando. No somos nosotros los que tenemos la culpa de lo que pasa sino el gobierno”, pidió Achetoni. Luego acotó: “El enemigo está en otro lado”. Y reconoció algo visiblemente real: “Se divierten con nosotros en la política, no solo el gobierno sino también del lado opositor también”.
En el mismo sentido, el presidente de la Rural recordó que hay que ser parejo en las críticas, porque las culpas de lo que sucede al campo no son solamente de los actuales gobernantes sino también de los opositores. “Desde Villa Constitución le vamos a hablas no solo a Fernández y Massa sino también a Larreta, a Bullrich, a Milei, al candidato que sea. Queremos que expresen claramente cómo van a manejar el campo argentino”, dijo Pino, consciente de que muchos de los dirigentes autoconvocados están alineados con la oposición y actúan en consecuencia.
Laucirica, de Coninagro, también respondió a los críticos del propio sector. “Nos hemos manejado con convicción y con firmeza, pero no nos han dado pelota. Hemos trabajado visitando gobernadores que en su momento nos daban todas la razón y nos decían ‘estamos tan perjudicados como ustedes por un gobierno centralizado que piensa nada más que en los procesos electorales y los judiciales de la señora (en referencia a Cristina Kirchner)”.
En referencia a las gestiones con Massa, el cooperativista dijo que “se han hecho anuncios que no festejamos, porque en ningún momento festejamos las medidas. Sí es cierto que podían llevar un alivio si se instrumentaban, aunque hoy lamentablemente muchas de ellas no se instrumentaron y hay una gran preocupación de nuestros productores”, acotó.
Finalmente, el titular de CRA replicó a los autoconvocados diciendo que “yo sé que muchos de ustedes no comparten la metodología de la Mesa de Enlace”, pero remarcó de inmediato que “estos cuatro infelices, como nos catalogó algunos, no respondemos a los caprichos personales sino al mandato de nuestras instituciones”.
“Sostengamos esta institucionalidad, porque es lo que nos va a dar fortaleza y no nos va a mostrar débiles”, reclamó Chemes a los más díscolos, muchos de los cuales forman parte de la estructura de la propia CRA. Y acotó: “Cuidado cuando acusemos, cuidado cuando insultemos… Tengamos mucho cuidado porque esto debilita el funcionamiento de las entidades”.