Difícil debe ser estar en el pellejo de las principales autoridades del INTA en este momento. Los trabajadores del organismo han protagonizado en lo que va de diciembre dos paros de actividades en reclamo de mejoras salariales (y convocan a un tercero para el 28 y 29), ya que sus sueldos han quedado muy retrasados respecto de la inflación. En la cúpula reconocen la validez del planteo y piden paciencia. Pero a la vez, un informe oficial admitió que en lo que va de este gobierno la proporción del presupuesto destinado a salarios se redujo del 90% en 2019 (último año de Cambiemos) a solo 74% en el corriente ejercicio.
Este gráfico es elocuente. Forma parte de un informe de situación que firman el presidente del INTA, Mariano Garmendia, la vice Nacira Muñoz y el director nacional Carlos Parera, y que está fechado al 19 de diciembre. Como se ve, en el gobierno actual la tendencia ha sido a reducir el impacto del gasto en personal dentro del presupuesto anual, para incrementar la participación de otros rubros de gasto no menos necesarios, y que también sufrían un fuerte retraso, como la inversión en equipamiento.
Para entender el gráfico, debe aclararse que el presupuesto del INTA se compone de cinco incisos que se denominan: Inciso 1, Personal; Inciso 2, Bienes de Consumo; Inciso 3, Servicios No Personales; Inciso 4, Bienes de Uso; Inciso 5. Formación, Capacitación, Otros. Como se puede ver con claridad, es el rubro de Bienes de Uso el que más creció, absorbiendo casi la misma cantidad de puntos porcentuales que fue perdiendo el rubro “salarios”.
Al tratar de explicar la situación al personal, la conducción del INTA no desconoce la situación de atraso salarial que reina en el organismo, y que ha provocado que muchos investigadores buscaran nuevos horizontes en el sector privado. Pero al mismo tiempo, al dar a conocer las cifras finas, se reconoce que una parte del problema actual ha sido causado por una reorientación del gasto que a todas luces parece necesaria (no se puede cumplir la tarea del organismo sin el equipamiento necesario), pero que repercute en la masa de dinero disponible para pagar salarios.
Dice el informe que el presupuesto 2022 del INTA fue de 32.212 millones de pesos, lo cual implicó un incremento interanual del 105%, ya que el presupuesto 2021 había sido de 16.040 millones.
Otro gráfico, referido solo al tipo de gastos en los periodos 2021 y 2022 (hasta el 12 de diciembre) confirma que la tendencia fue invertir este año más en los diferentes componentes que aseguren el funcionamiento de la institución que en los ingresos del personal. Es que ese inciso creció de 13.125 millones de pesos a 24.473 millones, un 86%, por debajo de la suba del presupuesto, por debajo de la inflación y sobre todo por debajo del costo de la canasta alimentaria básica, que trepó casi 95% en 2022.
¿Qué es lo prioritario? ¿Pagar los salarios de quienes trabajan o asegurarles las condiciones para trabajar? Dentro de este complicado dilema deben haberse movido las autoridades del INTA todos estos meses. En rigor, en la comparación interanual el gasto que más crece vuelve a ser el de bienes de uso, con un salto del 381%. Bienes de Consumo y Servicios No Personales (incisos 2 y 3) muestran un aumento del 124%.
Para mostrar el impacto positivo de estas definiciones, la conducción del INTA estableció que este año “hemos logrado una mejora en las condiciones de gastos operativos y de funcionamiento, y en las oportunidades de formación y capacitación en el país y en el exterior”.
En números concretos, informa que se ha llamado a 275 becas INTA, que se compraron 40 pickups, 45 utilitarios, 86 autos, 4 minibús, 2 combi y 10 ómnibus. Y que “se encuentran en proceso más de 20 obras y se adquirieron decenas de equipos importados de última generación”.
Pero… ¿Y los salarios?
“En términos de uno de los aspectos que mas nos ocupa, los salarios de nuestro personal, es importante considerar que cualquier aumento es dependiente de los acuerdos en paritarias nacionales estatales que se mantienen abiertas”, aclararon de entrada Garmendia y su equipo, como para dejar en claro que no es resorte exclusivo de ellos intervenir en este tema. Los sindicatos paritarios nacionales son ATE y UPCN. Pero las principales protestas en diciembre por este tema han surgido de APINTA, un gremio específico de este organismo tecnológico. El último paro lo hizo el 15 y 16 de diciembre.
Tratando de aportar su mirada sobre este conflicto, Garmendia primero responsabilizó al gobierno macrista del grave deterioro del poder adquisitivo del personal. “El compromiso constante de todas las dependencias fue recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores en general y de los estatales en particular que fueron tan castigados y que, para los salarios del personal del INTA en particular, arrastra una fuerte caída entre los años 2015 y 2019”, estableció.
Pero además dijo que la situación comenzó a revertirse especialmente a partir de la última paritaria de los estatales. “Comparando la evolución de la inflación (índice de precios al consumidor) versus la evolución de los salarios INTA considerando los porcentajes de aumentos paritarios desde enero 2022, puede observarse que, si bien los salarios se movieron siempre por debajo de la inflación, el efecto de las paritarias 2022 (que comenzaron a tener efecto a partir del mes de junio) mantuvieron durante el año una disminución de la brecha a pesar del constante crecimiento de la suba de precios, con un aumento acumulado anual promedio del 83%”.
Este es el cuadro que difundió la conducción del INTA, mostrando una muy leve recuperación del poder adquisitivo del salario de su personal:
“Los esfuerzos por disminuir la brecha y mejorar los salarios respecto de la inflación han sido constantes”, argumentó la conducción del INTA frente a los planteos salariales de sus subordinados. Pero al mismo tiempo dejó en claro que este esfuerzo por actualizar los haberes “no es suficiente”.
Por eso, el INTA informó a sus trabajadores que está intentando, “por las vías correspondientes”, gestionar “una propuesta de recomposición salarial a cuenta de futuras modificaciones en las retribuciones al personal”, que podría incluir dos medidas.
- Otorgar una suma fija a cada trabajador lo que permitiría regularizar la situación de acceso a la canasta básica del sector de salarios más bajos.
- Un incremento sobre el valor de la unidad retributiva vigente que se implementaría de manera escalonada, con el fin de ir recuperando el nivel salarial.
“Estas gestiones particulares desde el INTA no son excluyentes de los aumentos salariales mencionados y ya comprometidos y en marcha por parte del Estado Nacional”, aclararon los funcionarios.
Es innegable el problema salarial que manifiesta el personal del INTA. Han registrado una pérdida salarial del 56% desde el 2015 a la fecha, lo que omite decir Bichos de Campo es que el 40% ocurrió en el período 2015-2019 (como sucede con la mayor parte de los salarios de los trabajadores del país).
Por otro lado, durante el período 2015-2019 el presupuesto del organismo fue ínfimo, llegándose a cortar la cartera de proyectos (modo en el que INTA canaliza sus actividades). En ese período prácticamente no hubo reposición de vehículos ni equipamiento. Tampoco se repusieron vacantes y se frenó el ingreso de becarios. Cualquier persona con un mínimo de conocimiento en el área de CyT puede entender la gravedad de vaciar de personal capacitado y equipamiento a este tipo de instituciones (esos “huecos” tardan años en reponerse).
Desde 2019 el presupuesto destinado a INTA ha aumentado sustantivamente, aunque se tardará mucho tiempo en recuperar lo perdido. Dada la casi nulidad del presupuesto asignado en el período anterior a los incisos 2, 3, y 4…cualquier aumento (que en este caso es mucho) significará un gran aumento porcentual.
Lo expuesto no anula ni invalida los justos reclamos salariales del personal de INTA, que de no recuperarse ponen en riesgo de continuar con el vaciamiento emprendido en 2015.
Mi comentario trata de dar una mirada integral, ya que no encuentro en este medio un análisis de la proyección presupuestaria del INTA en el período 2015-2022. Tampoco encuentro alguna nota del período 2015-2019 donde se denuncie y se alerte sobre los peligros de la drástica reducción presupuestaria de ese período ni de la severa pérdida del poder adquisitivo de los técnico en dicho lapso…pero debo ser yo que no tengo habilidades para la búsqueda.
Evidentemente tenés que buscar mejor. Incluso verás notas donde el peronismo en campaña en 2019 prometía un proyecto de ley para prohibir que el tesoro se llevara lso recursos de tasa d eimportación y otras gabelas que deberían financiar al INTA. Gracias por el aporte.