Eudardo “Nito” Benvenuto comanda el molino que lleva su apellido y está ubicado en Roldán, provincia de Santa Fe.
Nito cuenta en diálogo con Bichos de Campo algo de la historia familiar, aquella que se remonta a 1893, cuando su bisabuelo fundó un molino en Santa Clara de Saguier, el primero de la provincia litoraleña. De esta forma la familia comenzó a forjar el arraigo y el desarrollo de aquellos pueblos rurales de aquellos años, logrando llegar con el paso del tiempo a construir una exitosa empresa: Minetti S.A.
Este emprendimiento que tenía raíces firmes en el pueblo, llegó a tener diferentes plantas en Argentina países limítrofes. Así transcurrió la historia familiar de Nito, hasta que vio caer ese incipiente imperio: Por diferentes crisis económicas – y la molinera en particular-, tuvieron que vender todo a una multinacional, evitando así el cierre y la desaparición final del sueño familiar.
Esa histórica aventura que inició hace casi 130 años tenía raíces tan profundas, que quedaron impregnadas en el ADN de Nito, que a principios de la década de los ´90 decidió volver a la tradición de sus antepasados y erigir un nuevo molino, casi de la nada: “En el año 91 construimos con Isabel, mi mujer, el primer molino en Roldán, que era un molino muy chiquito hecho con un montón de esfuerzo, con máquinas compradas en chatarreros o en remates judiciales, muy viejas. Yo había estudiado ingeniería mecánica y me gustaban mucho los fierros, entonces esas máquinas las arreglé, las pusimos en buen estado, las acomodamos y arrancamos en ese año moliendo 30 o 40 toneladas por día. De a poco fuimos creciendo, pasamos crisis muy tremendas como la del 94 y 98” cuenta Nito Benvenuto a Bichos de Campo.
Mirá la entrevista completa con Eduardo Nito Benvenuto:
“Yo me fui a trabajar a Molinos Río de la Plata un una multinacional argentina que fue corrida de Argentina por la violencia de los 70 y, pero siempre con la idea de volver a desarrollar el negocio. Tuvimos un gran apoyo de nuestros proveedores de trigo que nos sostuvieron, porque solos no hubiéramos podido” cuenta Benvenuto, quien además recuerda que la mayoría de los molinos durante los ´90 habían entrado en convocatoria de acreedores. Su caso fue una excepción.
Nito grafica también el presente de su empresa: “En este momento es una industria muy importante. Es más, creo que es la más grande de Roldán. De ese molino de 30 toneladas, pasamos a uno de 80, y hoy estamos en 300 toneladas diarias y planeando ampliaciones. Fuimos comprando todos los terrenos que había alrededor del molino, hasta que no quedaron terrenos libres. Del terreno original, que eran 2 mil metros cuadrados, ahora tenemos más de dos hectáreas. El único problema es que quedamos rodeados por ciudad”.
El ya histórico emprendedor asegura que mantiene firme la convicción de que está haciendo las cosas bien, de que está trabajando para llevar el pan a la mesa de los argentinos –literalmente- sin necesidad de ningún apoyo de gobierno. “Lo que más quisiéramos es que el gobierno deje de meterse en nuestro negocio”, sentencia.
Buenos dias ,llevo 40 años como representante de ventas,y me atrevo a comentar que la molineria atreviesa una sotuacion atipica, donde un puñado de Molinos subvencionados por el gobierno a los fines de abaratar el pan ,,,cosa que no se refleja en los mostradores a conseguido distorsionar la comercializacion ,con los Molinos que no adhirieron al subsidio ,ante la inseguridad de no cobrarlo, en consecuencia los precios de la harina sufre diferencias importantes de precios,sumado a esto la falta de oferta de trigo ,encarecio el precio de la harina a valores nunca vistos.
Como bien dice el señor Benvenuto, que el gobierno deje de meterse en el negocio de La molineria