Distintas zonas del país registraron fuertes heladas el fin de semana pasado y según el Instituto del Clima y Agua del INTA eso podría repetirse en el centro y sur de Buenos Aires, al igual que en la Patagonia. Una de las provincias afectadas fue Mendoza, que exactamente un mes atrás había sufrido una contingencia similar que golpeó fuertemente a los frutales de carozo y a las vides. Ante esta nueva inclemencia, los productores ya informaron pérdidas importantes en la producción.
“En Mendoza ha hecho bastante daño y el panorama es preocupante. Se venía anunciado desde el jueves de la semana pasada. Lo que pasa es que después del viento Zonda casi seguro detrás viene una baja de temperatura. Por eso ante la alerta empezamos a analizar qué pasa en Chile para ver si tendremos riesgo”, dijo a Bichos de Campo Matías Manzanares, productor vitivinícola y gerente de la Asociación de Viñateros de Mendoza, que a su vez integra la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar).
-¿Qué consecuencias provocó esta helada?- le preguntamos a Manzanares.
-Yo soy productor de la zona este y estoy en distintos grupos de la provincia. Con productores de mí zona, en lo que es la fruta de carozo como el durazno y ciruela se habla de daños del 100%. A veces los productores somos un poco exagerados y luego los ingenieros nos dan un panorama más claro, pero en este caso viendo los daños esperamos que mucha de esa pequeña fruta recién cuajada se empiece a caer. En vid tenés daños de entre el 20% y el 40%. En Valle de Uco hubo brotes grandes que se quemaron por completo. Están negras y marchitas. Los ingenieros que saben miran los brotes y saben decir si habrá una yema secundaria de la que salga un nuevo racimo. La yema normal trae dos racimos, esta segunda yema podría traer uno más. Eso no lo podemos saber hasta más adelante.
-¿Qué época de la producción es esta?
-Depende de la zona. En fruta de carozo la gran mayoría ha florecido y ya está formada la fruta. En el caso de la vid está recién empezando a brotar, aún no ha florecido. Eso igualmente depende de la zona, hacia el norte ya está más brotada.
-¿Qué medidas de protección pueden aplicar en estas ocasiones?
-Desde la Asociación de Viñateros hemos estado haciendo unas charlas sobre esto. Tenemos métodos de lucha llamada pasiva y otra activa. La lucha pasiva responde a cosas simples como no mover la tierra en momentos de posibles heladas para que esté más firme, no tener yuyos en el terreno, tratar de regar. Eso no cuesta nada. Luego está la lucha activa, que vale una “fortuna”, pero ya se está empezando a ver desde los organismos de financiamiento. El riego por aspersión, por ejemplo, permite que el agua se apoye en las yermas y no llegue a helarse. Lamentablemente consume mucha energía y agua. Otro método que se está empezando a aplicar es el uso de un ventilador que ayuda a renovar el aire y evita que se instale el más frío, que hace daño. Pero ahí ya hablamos de 9 o 10 millones de pesos.
-¿Hay pronósticos de nuevas heladas?
-Desde hace varios años viene pasando que hasta mediados de noviembre hay probabilidad de que sucedan heladas. Estadísticamente viene pasado eso. Ahora en el corto plazo no hay nuevos pronósticos, pero hasta noviembre el productor no se puede relajar porque hay riesgos. Por eso tiene que tratar de aplicar esas medidas pasivas que mencioné.
-¿Qué les queda hacer ahora a los productores?
-Nosotros tenemos un seguro agrícola al que los productores se pueden inscribir, que se paga en función de la cantidad de hectáreas en producción que tengan. Cuando ocurren estas contingencias se hace la denuncia, viene un tasador y según el porcentaje de daño se activa o no el seguro. Esto viene desde la provincia de Mendoza.
-¿Cuál es el humor entre los productores?
-Es preocupante porque han sido daños grandes pero al ser reciente aún se espera que los peritos salgan a constatar y tener una idea más certera de la extensión del daño. No nos queda otra que esperar.