Si bien el régimen de “dólar soja” rige hasta el próximo 30 de septiembre, en los hechos –tal como adelantó Bichos de Campo– finalizará antes porque los exportadores y las industrias no se arriesgarán a tener contratiempos administrativos al momento de registrar operaciones de compra de soja que luego deberán “empalmar” con el volumen de divisas ingresado en el marco del régimen especial.
Vale recordar que el régimen especial para exportadores de productos del complejo sojero dispone que cada dólar ingresado con un tipo de cambio de 200 $/u$s debe destinarse en su totalidad para comprar soja en el mercado argentino a un tipo de cambio equivalente.
Por ese motivo, las compañías agroindustriales determinaron que –dependiendo de la empres – todas las fijaciones pendientes realizadas con el tipo de cambio de 200 $/u$s deberán hacerse antes del lunes o martes de la semana que viene independientemente de que la soja haya sido entregada a o no.
El régimen reactivó la comercialización de soja en el mercado argentino, que venía muy retrasada, para dar cierto respiro a las industrias aceiteras y compañías exportadoras de granos.
El gobierno argentino, por su parte, logró recomponer las escasas reservas de divisas presentes en el Banco Central (BCRA) a costa de resignar una cierta proporción de las mismas, dado que el efecto “puerta 12” generó un importante baja de los valores FOB argentinos de los productos del complejo sojero (que además afectó al mercado internacional de la oleaginosa).
De todas maneras, la gran incógnita es cómo evolucionarán las ventas de soja en lo que sucesivo, dado que es poco factible que, luego de haber vendido en el disponible soja en un rango general de 67.000 a 72.000 $/tonelada –dependiendo del día y el lugar de entrega–, los productores acepten desprenderse de partidas de soja valorizadas con el tipo de cambio oficial (143 $/u$s).