Las autoridades del Instituto Nacional de Semillas (Inase) habilitaron la importación de híbridos de girasol que hayan sido ensayados en la Argentina, pero que aún no tengan completado el trámite de inscripción en el Registro Nacional de Cultivares.
La medida, solicitada por la Asociación Argentina de Girasol (Asagir) y la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), se instrumentó con el propósito de intentar compensar parcialmente el déficit de semilla presente en el mercado frente a un gran interés por sembrar la oleaginosa en regiones tanto tradicionales como “nuevas” para el cultivo.
“Al menos dos empresas ya están realizando gestiones para traer al país partidas disponibles en Europa”, apuntó a Bichos de Campo Alfredo Paseyro, presidente de ASA. “Seguramente vendrán con un flete aéreo porque no son grandes cantidades”, añadió.
La semilla importada deberá ingresar rotulada por el sistema de certificación varietal de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), de manera tal de contar con garantías de que el material importado es de buena calidad.
Si bien las empresas semilleras hicieron esfuerzos para incrementar la oferta de semilla de girasol disponible para la campaña 2022/23, problemas climáticos registrados en diferentes regiones productoras complicaron esos planes.
Los productores que siembran girasol todos los años reservaron de manera anticipada las partidas de semilla con mayor potencial de rendimiento, las cuales –como era previsible– se agotaron con rapidez.
En el mercado quedan disponibles algunas partidas de semilla de calidad media o escaso nivel de información asociada que permita diseñar un planteo agronómico acorde a la genética en cuestión. Ambas circunstancias plantean cierto riesgo productivo, especialmente en los casos de empresas o regiones no habituadas a sembrar girasol.
El área de siembra argentina de girasol 2022/23 sería de 2,0 millones de hectáreas, una cifra 17,6% superior a la registrada en la campaña anterior, según una proyección realizada por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
De todas maneras, si la situación de humedad no mejora en las regiones de Chaco y norte de Santa Fe, el área por sembrar en las mismas disminuiría y podría quedar disponible para la zona pampeana parte de la semilla originalmente reservada para el sector productivo norte del girasol.