El último pronóstico difundido por Climate Prediction Center e International Research Institute for Climate and Society (CPC/IRI) señala que la probabilidad de continuidad de una fase Niña para el último trimestre de este año es del 66%, mientras que un mes atrás el mismo era del 60%.
El fenómeno Niño-Oscilación del Sur (ENSO por sus siglas en inglés), que comprende la oscilación de parámetros meteorológicos del Océano Pacífico ecuatorial, es una variable clave que suele provocar lluvias inferiores a las normales en buena parte de las regiones agrícolas sudamericanas.
La mala noticia es que el pronóstico oficial elaborado por CPC/IRI mantiene un escenario Niña hasta enero de 2023, situación que recién comenzaría a migrar hacia una fase “Neutra” hacia febrero o marzo del año que viene.
Es decir: no se puede descartar una probable prevalencia de una nueva fase Niña –que se presentaría por tercera campaña consecutiva– durante el período de siembra de soja y maíz 2022/23 en la Argentina, Uruguay y el sur de Brasil.
Al desagregar los diferentes pronósticos, puede verse efectivamente que la mayor parte de los modelos climáticos prevé que el enfriamiento del Pacífico ecuatorial persistirá en lo que queda del presente año, que es precisamente lo que caracteriza al fenómeno denominado “Niña”.
La persistencia de la “Niña” ya le está pasando “factura” a muchos lotes de trigo presentes en la Argentina, los cuales no cuentan con reservas de humedad suficientes para poder pasar el invierno con holgura. Y si las lluvias no terminan de aparecer en cantidad suficientes durante la primavera, entonces el resultado final del cultivo no será el mejor.
Muy buenos articulos