No es difícil encontrar en Google o cualquier otro buscador un montón de referencias históricas de la lucha gremial que Eduardo Buzzi, ex titular de la Federación Agraria, mantuvo contra las retenciones (a las que calificaba como un “pésimo impuesto”), no solo durante el conflicto de 2008 contra la Resolución 125 sino antes y después.
La fuerte presión fiscal sobre las actividades productivas, y lo sabe bien Eduardo, es uno de los pilares sobre los que se ha cimentado el proceso de desaparición de pequeños y medianos chacareros, que contabiliza un 40% menos de explotaciones rurales desde el censo agropecuario 2002 y hasta el más reciente de 2018 realizado por el INDEC.
Con este telón de fondo, el ex titular de FAA y uno de los promotores de la Mesa de Enlace tiene más que claro que sobran motivos para la protesta agropecuaria. Y sin embargo, en todos los últimos capítulos de este largo conflicto -sin dudas un sinfín de los que él mismo protagonizó en su tiempo de dirigente- Buzzi se las ha ingeniado para criticar a sus ex compañeros de ruta y de cortes de ruta.
Lo volvió a hacer en la antesala de una débil jornada de protesta convocada por la Mesa de Enlace para mañana, miércoles 13, que incluirá un inofensivo cese de comercialización de granos y hacienda.
“No está claro qué piden. Es una protesta que tiene más que ver con la oposición política que con reclamos que el campo le pide al Gobierno para mejorar sus condiciones”, aseveró Buzzi en diálogo con FM La Patriada. También cuestionó que, antes del anuncio del paro, los dirigentes rurales no se hayan reunido con los funcionarios del Gobierno.
Para el ex dirigente, además no se trata de una casualidad que la Sociedad Rural “haga la protesta esta semana y la semana que viene abra la exposición en Palermo”, ya que le permitirá llegar a esta última “con una posición de fortaleza”. Quizás hasta puedan venderse más entradas.
Buzzi también marcó sus diferencias con la actual conducción de la FAA, a cargo de Carlos Achetoni. Dijo que “le molesta mucho” que la entidad que él supo presidir “sea el furgón de cola de esta expresión”, al hacerle “seguidismo a las demás entidades”.
En ese sentido, recordó que en 2011 la entidad “declaró autonomía de la Mesa de Enlace, de los partidos políticos y de los grupos económicos”. Por cierto, fue antes del centenario del Grito de Alcorta, donde la FAA de Buzzi recibió una gran cantidad de subsidios para levantar un monumento en esa localidad santafesina. También luego de que Julián Domínguez, en su primer paso pro Agricultura, inyectara gran cantidad de fondos rotatorios entre socios de esa entidad, especialmente para producir cerdos.
Pero para Buzzi todo se limita a cuestiones políticas, como las que ahora lo tienen entretenido. A los ruralistas, según su mirada, “no les gusta esta experiencia política que está gobernando y quieren una experiencia como la de Cambiemos. Contribuyen desde ese lugar al intento de retorno de una expresión de derecha”, agregó.
Como si este gobierno, que no ha alterado ninguna de las condiciones históricas de la política agropecuaria, fuera de izquierda. Parece insultar Buzzi la inteligencia de muchos. Y sobre todo la memoria. Mejor dicho, la insulta.
El ex presidente de la FAA ya no critica las retenciones, aunque se lleven el33% de la producción bruta de un productor, sea un pool de siembra o un simple chacarero sobreviviente. Por eso sugirió que si se modificaran habría que hacerlo con una segmentación en favor de los pequeños y medianos productores. “No es lo mismo un chacarero de 50 hectáreas que uno de 20.000, 30.000, que los hay y cada vez más”, afirmó.
La segmentación que hizo este gobierno en 2020 apenas terminó devolviendo una mínima fracción del dinero extraído al sector, la plata llegó tarde, devaluada y mal. Pero a Buzzi no le molestó para nada esa experiencia.
Buzzi, por lo menos, dijo que a su criterio “no hace falta aumentar las retenciones” sino que “hace falta controlar lo que las multinacionales y operadores de exportación de granos hacen en los puertos”.
No tiene nada que ver una cosa con la otra, pero bueno. Buzzi se aprocvecha del desconocimiento general sobre este asunto. No por evadir las normas o subfacturar sus envíos, las exportadoras dejan de descontarle 33% a los productores de soja o 12% a los del resto de los granos. Sean éstos grandes, medianos o chicos.
“Hay muchos centenares de millones de dólares que se escapan de recaudar en los puertos por el desmontaje de controles que aplicó el macrismo, y que recién ahora se refuerza con el Senasa y la AFIP controlando qué cosa suben en los barcos”, explicó el ex titular de Federación Agraria, que parece haber olvidado los tiempos en que esta misma AFIP, pero a cargo de Ricardo Echegaray, desfinanciaba a su entidad quitándole el servicio de venta de Cartas de Porte.
También parece haber olvidado Buzzi de quién era y qué hacía Guillermo Moreno en sus tiempos de dirigente. de hecho, pidió “una Secretaría de Comercio activa, controlando los precios y decretar el equilibrio fiscal que la Argentina necesita para despegar como está intentando hacer la ministra (de Economía, Silvina) Batakis”.
Buzzi incluso sugirió “una intervención directa en la formación de precios”.
Lo único sensato y coherente con su historia que parece haber dicho el ex dirigente agropecuario -que desde hace años no es productor genuino- fue cuando pidió implementar “mecanismos de comercialización directa de los productores pymes a los consumidores”. En realidad, ya hay decenas de iniciativas de ese tipo en el país, de la mano de varios ministerios.
Buzzi contó que “en Alemania, los domingos las plazas están llenas de puestos de productores hortícolas y de chacinados. Si se puede hacer en Múnich ¿Por qué no se puede hacer en Laferrere o en Florencio Varela?”, se preguntó.
Y sí, Eduardo, se hace. Pero acá los productores no están subsidiados como allá sino que suelen pagar enorme cantidad de tributos, incluyendo las retenciones.
Pero bueno…