La desaceleración del crecimiento económico, los problemas logísticos generados por encerramientos masivos y la pérdida de competitividad del sector porcino provocaron en el ciclo comercial 2021/22 una caída considerable de la importación de soja por parte de China.
Un reciente informe de la oficina del USDA en Beijing señala que en 2022/23 las compras chinas de poroto se recuperarían, pero seguirían aún sin alcanzar los niveles presentes en 2020/21.
Los productores porcinos chinos, que ya venían con problemas desde mediados del año pasado, profundizaron la situación de quebranto a partir del alza del precio registrada por la harina de soja desde marzo pasado. Una situación similar experimentó el sector avícola.
En ese marco, la mayor parte de las empresas porcinas y avícolas chinas redujeron el uso de harina de soja en la integración de las raciones para reemplazarlo por otros recursos alternativos (a costa muy probablemente de una óptima eficiencia de conversión).
“Se pronostica que las importaciones de soja y el consumo de harina de soja se recuperará en 2022/23 a medida que los productores porcinos y avícolas vuelvan a tener modelos rentables”, indica el informe.
Con importaciones de soja previstas en 94,0 millones de toneladas al cierre del ejercicio 2021/22, la oficina del USDA en Beijing estima que en el ciclo 2022/23 crecerían a 98,0 millones de toneladas, una cifra que aún no lograría alcanzar los 99,7 millones de 2020/21.