Este año Brasil va camino a lograr una cosecha récord histórica de trigo en respuesta a los elevadísimos precios internacionales que comenzó a registrar el cereal luego de la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
Con una superficie sembrada de 2,92 millones de hectáreas (+6,6% que en 2021) y un rendimiento esperado de 3092 kg/ha (+10,3%), el organismo oficial Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) prevé una cosecha de 9,03 millones de toneladas (+17,6%).
Tal como sucedió el año pasado, Conab estima que en el ciclo 2022/23 Brasil exportará 2,50 millones de toneladas de trigo, lo que implica que el récord de producción no se destinará para reducir las importaciones.
Como la cosecha de trigo en Brasil comienza en el mes de agosto, el trigo de ese origen puede aprovechar esa “ventana” como una ventaja comercial, dado que el trigo argentino recién comienza a recolectarse hacia fines de noviembre.
Con importaciones –según Conab– prevista en 6,50 millones de toneladas en 2022/23, Brasil lograría recomponer sus reservas internas del cereal en 1,25 millones de toneladas. La mayor parte del trigo importado por Brasil proviene de la Argentina.
La excelente performance del trigo brasileño es producto no sólo del hecho de que los productores reciben –sin interferencia estatal alguna– el precio “lleno” del cereal, sino también de un gobierno que hizo todo lo necesario para gestionar importaciones de fertilizantes en un contexto en el cual la disponibilidad de ese insumo se tornó limitada.
Al trigo le siguen sacando hectáreas: Por falta de humedad, bajaron nuevamente el área de siembra