La idea de crear una empresa estatal de alimentos, que volvió a instalar el presidente Alberto Fernández, enciende otra vez las alertas entre los actores del campo, que tienen muy fresco el conflicto sucedido en 2020 cuando el gobierno planteó una iniciativa para expropiar la aceitera Vicentin, que había ingresado en convocatoria de acreedores. En el oficialismo se agita la posibilidad de participar de un rescate de esa empresa, para ponerla a disposición de YPF Agro y salir a ofrecer precios testigo en el mercado de granos.
“Una empresa testigo que te ordene el mercado no es menor”, señaló Alberto Fernández.
Gabriel de Raedemaeker, vicepresidente de CRA, consideró un desatino “comparar en este momento una eventual empresa de alimentos con YPF cuando es desastrosa la provisión de combustible”. El productor cordobés dijo que “son de una enorme preocupación” los dichos del presidente.
En tanto, para el presidente de Argentrigo, Miguel Cané, con estas definiciones el presidente “sigue hablando para tribuna con temas que nada tienen que ver con lo que está esperando la sociedad “.
El presidente de Acsoja, Luis Zubizarreta, consideró que “no necesitamos para nada una intervención comercial en el sector y nos parece contraproducente” una decisión en tal sentido.
El presidente de la Asociación de Productores Agropecuarios (AAPA), Pedro Zabala calificó la eventual medida propuesta por el presidente como “una medida reglamentista que lo único que hace es desbalancear el valor inicial de la materia prima con el del producto final que llega al consumidor”.