La resolución oficial que ordenó subir, en los próximos dos meses, el corte obligatorio de biodiésel con gasoil del 5,0% al 12,5% contribuyó a sostener los precios de la soja en el mercado argentino.
Mientras que el contrato Soja Julio 2022 CME Group (EE.UU.) se incrementó un 0,6% en las últimas dos jornadas, el contrato equivalente en el Matba Rofex creció un 1,6% en ese mismo período.
Como en la Argentina el biodiésel se elabora con aceite de soja, un mayor uso interno del biocombustible contribuirá a reducir la oferta exportable de dicho aceite y, por lo tanto, la disponibilidad del mismo en un contexto en el cual los suministros de aceites vegetales a nivel global son acotados.
Del corte del 12,5%, el primer tramo obligatorio, que es del 7,5%, debe ser provisto –según lo dispone la legislación argentina– por pequeñas y medianas empresas que compran aceite a fábricas extrusoras o industrias aceiteras.
El segundo tramo, del 5%, en principio se aplicaría por sesenta días, pero si sigue presente el desabastecimiento interno de gasoil podría ser extendido. Ese tramo extraordinario será fundamentalmente cubierto por las grandes industrias aceiteras que dedican parte de su producción de aceite de soja a la elaboración de biodiésel.
La venta interna de biodiésel por parte de la industria aceitera implica una ventaja financiera para el sector porque la normativa vigente dispone que la exportación de productos agroindustriales, como el aceite de soja, obliga a las empresas a abonar el derecho de exportación (33% del valor en el caso del aceite de soja) por anticipado, lo que representa, muchas veces, que el impuesto debe pagarse varios meses antes del embarque que genera la respectiva liquidación de la operación.
Los mayores elaboradores argentinos de biodiésel con Patagonia Bioenergía (en la que participa Molinos Agro), T6 (AGD y Bunge), LDC Commodities, Renova (Viterra) y Cofco.