Don Nazareno Crucianelli fue un chacarero del sur de Santa Fe apasionado por los fierros que empezó modificando sus propias máquinas por necesidad, y terminó fabricando equipos para las labores de la época. Hoy en día la tercera generación de los Crucianelli administra una compañía que se dedica a la producción de sembradoras de alta gama, exporta a 15 países y no para de crecer desde su Armstrong natal.
“Este es un hermoso país. Yo si tuviese que elegir, elegiría nacer en Argentina, en Armstrong, y sería fabricante de maquinaria agrícola”, explica Raúl Crucianelli, hijo de Nazareno y segunda generación a cargo de la empresa, quien recuerda también como fue la historia que lo trajo hasta aquí: “el Estado le dio una mano a los fabricantes de máquina agrícola y al chacarero. Este es uno de los pocos países que, en vez de premiar, castiga la actividad. El ingenio del chacarero es lo que hay que destacar, porque tuvo que ser ingenioso para trabajar y hacer rendir el campo con retenciones. Fue una mano sin querer darla. La siembra directa va en ese camino”.
Mirá la entrevista a Raúl Crucianelli:
Visitado en su stand de la muestra agropecuaria Agroactiva, -que Raúl considera como el patio de su casa-, el industrial describe el lugar que ocupa la producción de maquinaria nacional y su relación con las grandes compañías multinacionales, a quienes les cuesta competir en la categoría de sembradoras, ya que Argentina se constituyó como referente en el mundo, debido al grado de introducción que tiene aquí la siembra directa.
“Hoy la maquinaria argentina está a un nivel top de tecnología, todas las marcas, porque es el chacarero el que tracciona a que hoy sea cada vez más eficiente. A las multinacionales les cuesta introducirse en Argentina”, repite Crucianelli.
Raúl fue también presidente de la Cámara de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA) entre 2016 y 2019, lo que lo lleva a conocer al detalle el panorama tanto propio como de sus colegas. En este sentido, cree que una de las prioridades de ese sector es distinguir claramente la maquinaria nacional de la importada. De hecho hay un proyecto de ley que llegó a discutirse con Sergio Massa y cuenta con el visto bueno de varios gobernadores.
“Es necesario hacer esta distinción. En Brasil existe la Ley de la Máquina Agrícola, que es la que define. No estamos hablando de subsidio ni de crédito. No quiero que se defina alguna ventaja, no, no. Solo que se defina qué es industria nacional, porque tenés 60% nacional y 40% de importado de los componentes, porque hay cosas que aquí son importadas”, dice señalando una impactante sembradora. Entre las parte que son de origen extranjero están muchas veces, por ejemplo, los neumáticos.
Crucianelli insiste en que no se trata de cerrar las importaciones ni de nada de eso: “Esa ley es lo que nosotros pedimos y no hemos logrado nada en tres años. Están renegando los colegas y no se entiende por qué, siendo tan simple, solo definir eso. Podemos convivir con lo de afuera. No decimos no la importación, decimos que tenemos que tener una industria que define eso. Es bueno que vengan porque nos ayuda a nivelar para arriba. La competencia sana”.