Hoy es el “Día nacional del maíz” en Brasil y qué mejor manera de festejarlo con una noticia muy favorable para la comercialización del cereal amarillo.
El Ministerio de Agricultura de Brasil informó que concluyeron las negociaciones relativas a la firma de protocolos sanitarios entre ambas naciones para habilitar la exportación de maíz brasileño hacia la nación asiática. La medida también comprende al maní.
Hasta comienzos de este año, China se abastecía de maíz prácticamente en sólo dos orígenes: EE.UU. y Ucrania, pero, luego de la invasión rusa a este último país, ese proveedor quedó inhabilitado.
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La estrategia china, desde entonces, fue reducir las importaciones de maíz para incrementar las compras de productos forrajeros alternativos, como es el caso, por ejemplo, del sorgo y la cebada forrajera.
En ese contexto, el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) proyecta que en 2022/23 China importaría 18,0 millones de toneladas de maíz versus 23,0 millones en 2021/22 y 29,5 millones en 2020/21.
Sin embrago, como el conflicto ruso-ucraniano va para largo, China necesita desarrollar nuevos proveedores de maíz y claramente priorizó a Brasil en ese listado. Argentina, otro gran exportador del cereal, no resulta tan confiable porque el gobierno regular las exportaciones por medio de cuotas discrecionales.
En 2012 el Ministerio de Agricultura de la Argentina y la Administración General de Supervisión de Calidad, Inspección y Cuarentena de China (AQSIQ) firmaron un protocolo que habilitó la exportación de maíz hacia el mercado chino, pero desde entonces las ventas externas del cereal a China fueron casi inexistentes.
Eso porque el protocolo –aprobado durante la gestión de Norberto Yauhar al frente de Ministerio de Agricultura– contiene un capítulo, referido a plagas, que hace técnicamente inviable la exportación de maíz a ese destino.
Posteriormente, se procedió a revisar dicho protocolo con el propósito de enmendar ese error, pero a partir de 2020, con la aparición de la pandemia, las autoridades chinas pusieron en el “freezer” la cuestión y desde entonces Argentina espera una señal de avance por parte de AQSIQ (algo similar ocurre con las negociaciones relativas a la habilitación de la exportación de trigo argentino a China).
Las importaciones de maíz en China están sujetas a un contingente arancelario de 7,2 millones de toneladas que China tiene consolidado en la Organización Mundial de Comercio (OMC), por el cual ingresan con arancel cero. Cada año el 60% de este contingente se distribuye entre empresas comercializadoras estatales y el 40% restante entre empresas privadas. Las empresas que no cuentan con dicho licencia de importación, deben abonar un arancel que encarece el producto en el mercado interno.