¿Hay alguna otra imagen para describir la ineficiencia de un gobierno que no garantiza la provisión de gasoil en plena cosecha de granos gruesos, que son, precisamente, la fuente primordial de dólares que ese mismo gobierno está esperando de manera desesperada para cubrir el déficit de divisas?
La respuesta, lamentablemente, es sí, porque mientras se acrecientan los descalabros generados por el desabastecimiento de gasoil, hay tres barcos cargados con 150.000 metros cúbicos de gasoil que fueron comprados por el gobierno de Alberto Fernández y permanecen flotando tranquilamente en el río de la Plata como si no pasara nada en el territorio argentino.
La historia comienza en los inicios de 2022, cuando Cammesa, la empresa controlada por el gobierno que administra el mercado eléctrico, adjudicó la adquisición de 18 cargamentos de 50.000 m3 de gasoil para abastecer a las centrales eléctricas, los cuales comenzaron a arribar en febrero pasado.
Los tres cargamentos de gasoil que permanecen flotando a la espera de que Cammesa les dé instrucción de amarre –indica un artículo publicado por Econojournal– llegaron al país “fuera de ventana”, es decir, más tarde que la fecha prevista en el pliego definido por la empresa. Por eso, Cammesa está exenta de pagar los cargos de demurrage (demora) por la no descarga de ese volumen.
La escena no deja de ser paradójica: falta gasoil en un momento crítico y una empresa controlada por el Estado, porque tiene sus tanques llenos a punto tal de no poder acopiar más combustible, decide dejar en el limbo ese precioso combustible
Está claro que Cammesa no tiene ningún tipo de obligación para garantizar el abastecimiento de gasoil para el mercado mayorista del agro ni tampoco para las estaciones de servicio volcadas al comercio minorista de automovilistas particulares. Su responsabilidad es cubrir el suministro de combustibles líquidos para el parque de generación termoeléctrica.
Sin embargo, en el pasado la compañía articuló con YPF, otra empresa controlada por el Estado, el abastecimiento interno de combustibles frente a situaciones imprevistas.
Si a la petrolera controlada por el Estado le falta gasoil para cubrir su participación en el mercado, Cammesa podría cederle parte de su stock con el compromiso de que YPF devuelva ese producto cuando las centrales eléctricas lo requieran.
Vale tener en cuenta que tanto YPF como Cammesa están controlados por cuadros políticos alineados en el cristinismo. El subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, es el hombre fuerte de Cammesa, mientras que Pablo González es el presidente de YPF. Ambos funcionarios están referenciados en el espacio que conduce la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Si este gobierno tiene cordura y demuestra que no hay anarquía , resolverá rápidamente esta escasez de Gas Oil !!