Viendo imágenes de la tarea de carga en el puerto de Montevideo del buque “Ocean Shearer”, que con bandera de Singapur saldrá este jueves hacia Turquía luego de completar la carga de nada menos que 20.500 bovinos en pie (en la exportación individual de hacienda más importante que haya existido en la historia del Uruguay), es casi obvia la pregunta: ¿Cuánto falta para que los países de Medio Oriente, con Turquía a la cabeza, comiencen a buscar ganado también en estas pampas?
El “Ocean Shearer” es un barco enorme, que tiene una cubierta extraña pues sobre ella se acumulan varios pisos de corrales para el ganado. Su aspecto es el de un estacionamiento de autos flotante. Saldrá esta tarde con una carga récord de terneros uruguayos, redondeando un año muy particular para la ganadería del vecino país: en 2018 se batirán todos los récords de exportación de hacienda en pie.
Vamos a los datos duros. Luego del récord de 2017, cuando se vendieron 332 mil cabezas vivas, en los ocho primeros meses de este año ya casi se superó esa marca, con 303.545 vacunos exportados. Pero si uno toma los doce últimos meses, esa corriente exportadora llegó a la friolera de 480 mil cabezas. Casi medio millón de vacunos dejaron desde septiembre de 2017 el Uruguay, un país que tiene apenas 11,3 millones de cabezas de stock bovino.
El vértigo de estos negocios, motorizados por un par de empresas sirias que operan en el vecino país y concretan embarques hacia Turquía, pero también hacia Irak y Egipto, tiene que ver con el altísimo precio pagado por el ganado en pie, que a llegado a ser de más de 2 dólares por kilo vivo, y libre de impuestos. Muchos productores uruguayos han aprovechado esta posibilidad de subirle los precios a la industria frigorífica uruguaya, que se ha visto complicada para competir.
¿Qué se exporta? Un ganadero explicó que los turcos reclaman terneros de unos 280 kilos de peso que no hayan sido castrados (aquí sería la categoría MAJ o macho entero joven). Eso implica un primer engorde de los animales en el país de origen, antes de la operación. Antes de la carga, los animales deben cumplir un periodo de cuarentena de dos semanas, para asegurar que estén en buena situación sanitaria. Ya en destino, los países árabes completan el ciclo de engorde, hasta que los novillos estén listos para la faena.
Lógicamente en Uruguay hay un intenso debate entre los ganaderos, que defienden esta posibilidad de negocios, y los industriales de la carne, el principal productor de exportación de ese país. Y es que semejante volumen de exportación no solo encarece la materia prima de los frigoríficos sino que pone en riesgo los niveles de aprovisionamiento. Un dato clave es que el stock de novillos ha caído en Uruguay a su nivel más bajo en 44 años. Desde 1974, en efecto, la población de machos adultos no caía por debajo de las 2 millones de cabezas.
Uruguay produjo en 2017 unos 2,75 millones de terneros, con un stock que se ha achicado ese año un 3,4%, según los datos oficiales, y que se ubica en 11,3 millones de animales. Según los industriales de la carne, antes de la euforia de los últimos meses, las exportaciones de hacienda en pie eran más moderadas, pero aún así provocaban daño. Entre 2008 y 2016, según un cálculo de ese sector, se despacharon 1,5 millones de terneros a un valor promedio de 319 dólares por cabeza. Si se hubiera faenado esa hacienda en el país, el valor agregado a eseos negocios habría sido de 480 millones de dólares.
Con estos negocios, Turquía ya se convirtió en el quinto importador de productos uruguayos, con negocios por 150 millones de dólares solo en la primera mitad de 2018. Para colmo, ya está rondando China, que en mayo firmó con Uruguay un protocolo sanitario para habilitar la exportación de animales vivos.
El USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) calculó hace unos meses que toda la región Mercosur exportaría unas 340 mil cabezas en 2019 hacia los países de Oriente Medio. Pero al parecer ese pronóstico ya se quedó corto, y casi lo cubre por completo Uruguay. Pero también Brasil ha hecho negocios puntuales. La operación de carga del “Ocean Shearer” con 20.500 vacunos no ha sido la más grande de la región sino una desde el sur brasileño, a fines de 2017, por 27.000 animales.
Hace unos meses, compradores de Egipto estuvieron rondando por Paraguay, también interesados en adquirir ganado en pie desde ese país.
Por eso la pregunta es pertinente: ¿Cuánto tiempo falta para que tengamos a los países árabes golpeándonos la puerta a nosotros?